La ciudad suiza de Basilea, la tercera más poblada del país, alberga una de las colecciones más abarcativas y llamativas de materiales y documentos vinculados con el pasado de la profesión farmacéutica europea.
El Museo de Historia de la Farmacia de Basilea (Suiza) es considerado uno de los más emblemáticos dentro de su género en Europa. Se encuentra situado en una antigua casa conocida como Zum Vorderen Sessel, que fue frecuentada por personajes tan destacados como el filósofo Erasmo de Rotterdam y el célebre médico suizo Paracelso, lo que hace que este lugar tenga un alto interés turístico que va más allá del mundo farmacéutico.
El museo tiene sus orígenes en la colección privada del farmacéutico y profesor de historia de la farmacia Josef Häfliger, quien en 1925 entregó su colección de viejos medicamentos, recetas, grabados, cuadros y libros a la Universidad de Basilea, para la concreción de este espacio cultural, que se fue enriqueciendo con distintos aportes a lo largo de las décadas.
La colección de instrumentos que se exhiben. que abarca desde antiguas balanzas y microscopios hasta un molino de hierro del siglo XVI, permite hacerse una idea acerca del fascinante desarrollo de la profesión farmacéutica desde la Edad Media hasta la actualidad.
Otro aspecto destacado es la colección de libros de botánica, con ejemplares ilustrados editados desde el siglo XVI en adelante, a los que suma una colección histórica de farmacopeas provenientes de diferentes países europeos.
Como curiosidad, existe una interesante colección de amuletos, objetos a los que se les atribuía alguna virtud sobrenatural, como atraer la buena suerte o asegurar la salud de su dueño. Estos elementos son testigos silenciosos de una época en la que la ciencia todavía se combinaba con el misticismo.
También resulta digna de mención la colección de botes de cerámica, utilizados por los médicos y farmacéuticos para la conservación de los diferentes medicamentos. En este museo se pueden observar varios de ellos, procedentes de Italia, Francia y Alemania, sin faltar el arte español, presente a través de botes de Talavera de la Reina y de Cataluña, pertenecientes al siglo XVII. Entre los objetos que no son fáciles de encontrar en los museos del rubro hay jarros de madera pintados a mano, elaborados entre los siglos XVI y XVIII.
Una de las zonas más hermosas del museo es el laboratorio alquimista, situado en una antigua capilla del siglo XV que ayuda a recrear, junto con objetos exóticos allí conservados, la atmósfera misteriosa que ha acompañado a la disciplina antecesora de la química. Recreando una atmósfera totalmente diferente, también es posible encontrar la réplica de un laboratorio farmacéutico suizo completo del siglo XIX, con todos los aparatos que se empleaban en aquella época.
En definitiva, se trata de un lugar de visita obligada para los amantes de la profesión farmacéutica.
Datos útiles
El Pharmazie-Historisches Museum Basel (tal es su nombre en alemán) está abierto todo el año, de martes a domingo, de 10 a 17 hs. Hay visitas guiadas y distintas actividades, pero sólo en inglés, francés y alemán. Los hispanohablantes tienen a su disposición audioguías en castellano, con información acerca de más de 170 objetos desplegados en este museo. Para mayor información, dirigirse a info@pharmaziemuseum.ch.