Si bien manifestaron un leve retroceso el último año, desde la pandemia los distintos tipos de vitaminas vienen registrando una tendencia positiva.
La venta de vitaminas en las farmacias argentinas pasó de 13,7 millones de unidades en la prepandemia (2019) a 20,6 millones en los 12 meses a mayo de este año, lo que marca una tendencia claramente favorable.
Los complejos polivitamínicos son los más buscados: detentan casi el 40% de las ventas en unidades. Les siguen las vitaminas del complejo B, con el 25% y la C, con casi 22%.
Según el último informe de IQVIA, en mayo de este año el precio promedio de las vitaminas era de 1.426 pesos (1.419 pesos en el caso de los OTC y 1.430 para los productos éticos). Esa cifra representó un incremento de 80% en relación a mayo del año pasado, cuando el precio promedio fue de 792 pesos (801 para los recetados y 771 para los OTC).
La participación en las ventas de las vitaminas de venta libre y las recetadas, es casi la misma en unidades (donde las OTC representan el 68,42% de las ventas) que en pesos (donde detentan el 68,58%).
La vitamina individual de mayor crecimiento, es la B12. De vender poco más de 30.000 unidades en 2021, pasó a 205.000 en 2023. El auge del veganismo (que suele requerir suplementación con vitamina B12) es uno de los factores que inciden en este incremento.
En lo que hace a los hábitos de compra, el 39% de los clientes toman las vitaminas y complejos polivitamínicos de venta libre directamente de las góndolas. Por eso, es fundamental contar con una buena exhibición en el salón de ventas.
La edad promedio del comprador de la categoría es de 46 años, y el 52% tiene más de 45 años, según un estudio de IQVIA y ShopperTec