El 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco (31 de mayo), una ocasión propicia para impulsar a esta categoría que creció más de 30% en cuatro años.
Si bien en 2022 el incremento fue mínimo en relación al año anterior (0,31%), desde 2020, las ventas de la categoría de cesación tabáquica no dejaron de crecer; desde entonces, acumulan un 33%.
Cada día hay más gente que toma conciencia de la nocividad del tabaco. En Argentina, la edad de iniciación local en el tabaquismo es 13,3 años, una de las más bajas del continente, lo que transforma a este problema en una importante cuestión de salud pública.
Según datos de IQVIA, los productos para dejar de fumar facturaron en las farmacias argentinas más de 990 millones de pesos en los doce meses a febrero de este año. Esa cifra (67,7% más que el período anterior) quedó por debajo de la inflación.
En febrero de este año, el precio promedio de los productos de cesación tabáquica en farmacias fue de 1.555 pesos. En el mismo mes del año pasado, esa cifra fue de 930 pesos.
Los meses de mayo y junio se incluyen dentro de la temporada alta para la venta de este tipo de productos. Cada año, un alto porcentaje de fumadores trata de dejar el cigarrillo, y la gran mayoría de los intentos se producen entre enero y junio, según el Ministerio de Salud. Eso hace que las consultas sobre tratamientos específicos sean más comunes durante el primer semestre.
En la última década, el porcentaje de fumadores en Argentina se redujo 30%. Si bien esa cifra es muy alta, el 25% de la población argentina adulta todavía es fumadora activa, lo que augura un buen futuro para la categoría.
Además, las evidencias indican que la mejor manera de dejar de fumar es combinar terapias específicas (cognitivo-conductuales) con medicamentos de cesación tabáquica. Cuando se suman los dos factores, la tasa de éxito llega casi al 50%
