Más allá de la protección solar, las rutinas cotidianas de skincare se vuelven especialmente importantes en el verano si el objetivo es mantener una piel tersa y saludable.
A partir de 2020, la pandemia, que fomentó la permanencia de muchas mujeres en sus hogares (y, por ende, les dio más tiempo para sus rutinas de cuidado personal) generó un efecto positivo sobre la categoría de cuidado de la piel, que todavía perdura. Según un estudio de Ipsos, el 40% de las consumidoras incorporó una nueva subcategoría a su rutina, y el 22% incrementó sus compras.
En el 97% de los casos, los productos de este rubro son adquiridos por mujeres. El rango etario de las que más compran abarca entre los 30 y los 45 años.
El 77% de las consumidoras argentinas de la categoría, incluyen a los productos de cuidado de la piel en su lista de compras. El 23% restante toma la decisión en la farmacia.
En cuanto a la frecuencia de compra, 6 de cada 10 consumidoras argentinas usan productos de cuidado de la piel en forma prácticamente diaria. Solo el 10% los utiliza menos de tres veces por semana.
La exhibición juega un rol clave. El 92% de las mujeres que se detienen ante la góndola de skincare toca los productos, según el mencionado estudio de Ipsos. Un 52% lee la información del frente del packaging, y el 32% lee la información al dorso del mismo.
Se estima que el 15% de las ventas de cuidado de la piel corresponden a lanzamientos o productos innovadores. Eso resalta tanto la importancia de estar al día con las novedades, como de tener en stock los productos más vendidos, ya que hay una alta reiteración de compra.