Fundada en febrero de 1962, Farmacia Yocco se transformó en un referente para los vecinos de Cañada de Gómez, que valoran su trato cordial y profesional, y su amplia gama de productos y servicios.
Inés Yocco (84) tenía pensado estudiar medicina, pero finalmente optó por la carrera de Farmacia. Para llegar a la Universidad Nacional de Rosario desde Bustinza, su ciudad natal, debía transitar 17 kilómetros de caminos de tierra, que a veces recorría en sulky. Con mucho esfuerzo y entusiasmo, se recibió en 1961.
En febrero del año siguiente, inauguró en Bustinza la farmacia que hoy lleva su apellido. “Hacían falta profesionales de la salud. Cuando se enfermaba el médico del pueblo, tenía que hacer hasta de enfermera. Y en la farmacia preparaba muchas recetas magistrales”, recuerda Inés. Ese mismo año se casó con Enzo, quien sería su compañero de vida y colaborador de la farmacia. Juntos se esmeraron por brindar la mejor calidad de atención. “Nuestra dedicación fue absoluta, además de que brindamos siempre un trato cordial y amable”, comenta la entrevistada.
El gran cambio vino en 1982, cuando la farmacia de trasladó a la localidad santafesina de Cañada de Gómez. Al principio funcionó en la terminal de ómnibus, y luego se trasladó a una cuadra, a su local definitivo. Allí fue ganándose la confianza de los vecinos. “Incluso hay personas que viajan desde Bustinza para que las atendamos en nuestra farmacia”, comenta Inés.
La perfumería y la dermocosmética son dos de sus especialidades. “Personas de todas las edades se acercan para consultarnos o buscar productos indicados por dermatólogos. Estamos constantemente capacitándonos en la materia, y contamos con sectores dedicados al cuidado facial y corporal, y a productos para el cabello”, dice Inés.
En su opinión, un factor clave que los llevó a ganarse la confianza del público durante seis décadas fue la escucha activa, una forma de trabajo que requiere paciencia, pero que les permitió siempre comprender las verdaderas necesidades del público que los consultaba, a fin de darle respuestas eficaces.
Estas cualidades fueron especialmente importantes durante la pandemia. “Estuvimos cerca de la gente, conteniéndola y respondiendo todas sus dudas”, señala Inés. “El Covid-19 nos ubicó a los farmacéuticos en el lugar que nos merecemos. Fueron meses difíciles, en los que elaborábamos ibuprofeno para inhalar y alcohol en gel. Atendíamos por turnos y nunca dejamos de cumplir con otras cuestiones clave, como la campaña de vacunación antigripal”.
En cuanto a la relación con Droguería del Sud, “somos clientes desde hace más de 25 años. El trato afectuoso que siempre nos dispensó hace que hoy sea casi parte de nuestra familia. Además, su constante apoyo nos ayuda a encarar los desafíos que depara el futuro”, comenta Inés.
La farmacia participa activamente en GPSfarma, ya que “es el canal ideal para las ventas online, porque permite a los clientes acceder a una amplia y excelente variedad de productos”.
Una farmacia familiar
Inés Yocco y Enzo tuvieron dos hijos: Enzo y Marcelo. Este último siguió los pasos de su madre; se recibió de farmacéutico y emigró a Estados Unidos. Durante treinta años, trabajó para la cadena CVS en Washington DC, hasta su fallecimiento, en 2019. La continuidad familiar de la farmacia se produjo a través de su nieta Agustina, hija de Enzo, quien es la actual farmacéutica.
“Ya cumplimos 60 años al servicio de la comunidad, y de la mano de mi adorada nieta, esperamos que la farmacia siga manteniendo nuestro apellido durante muchos años más”, dice Inés.
El equipo de trabajo se completa con Ivana (quien trabaja en la farmacia desde hace más de 10 años), Germán (la pareja de Agustina) e Inés, que si bien está formalmente retirada, siempre colabora en todo lo que sea necesario.