Tras 28 años de trayectoria, en los que abrió 20 sucursales, Farmacia Punto de Salud dio un nuevo paso en la automatización de sus procesos operativos, al incorporar un robot de la empresa Rowa.
¿De dónde salieron los medicamentos? ¿Cómo aparecieron tan rápido? En la sucursal Temperley de Farmacia Punto de Salud, esas preguntas se repiten cada vez que los clientes ven a los productos aparecer a través de un tobogán, segundos después de haberlos solicitado.
“Cuando les decimos que instalamos un robot, no nos creen. Les mostramos fotos, y muchos nos piden subir al segundo piso para verlo funcionar”, comenta Gastón Santoro, Socio Gerente de la empresa.
Esta red de farmacias bonaerense dio sus primeros pasos en la automatización de la dispensa hace ya algunos años, y decidió profundizar ese camino con la incorporación de un robot Rowa Vmax, de origen alemán, que suma varias prestaciones adicionales. Entre ellas, la posibilidad de llevar la gestión del stock en tiempo real y controlar en forma automática la caducidad de los medicamentos.
“Antes, había que revisar cada producto, uno por uno, para verificar su vigencia. Hoy, el robot nos avisa de las fechas de vencimiento con anticipación”, explica Gastón. A eso se suma que, en tiempos de pandemia, el proceso es mucho más seguro, ya que una vez que el medicamento se carga en el depósito del robot, no hay más manipulación humana hasta el momento del expendio.
“Todo esto hizo que el personal quedara encantado con el nuevo robot, que además les evita el trabajo manual de ingresar los productos que llegan y colocarlos en las estanterías. Ahora tienen mucho más tiempo para atender a los clientes”, comenta Gastón.
La tecnología no es algo nuevo en su farmacia, que siempre buscó estar a la vanguardia en materia de innovación. Actualmente utilizan un bot que cumple múltiples funciones, como la atención vía WhatsApp, la consulta de precios, la recepción de recetas por mostrador y la atención de la venta de perfumería vía delivery. “La pandemia aceleró la digitalización de varios procesos. Lo ideal es que las personas nos dediquemos a aquellas tareas en las que somos irreemplazables, como la atención cálida y profesional que podemos brindar al público”, dice el entrevistado.
Vocación emprendedora
La decisión de instalar el robot se dio en un año especialmente complejo, en el que, pese a la adversidad, se decidió seguir invirtiendo. Ya el año pasado, en plena pandemia, Farmacias Punto de Salud abrió dos nuevos locales.
“Fueron momentos difíciles. Antes de que se declare la cuarentena ya trabajábamos en grupos, a modo de burbuja, en cada sucursal”, comenta Gastón.
Si bien hubo algunos casos de Covid-19 entre el personal, el manejo adecuado de cada situación evitó que el tema pasara a mayores.
“Desde el primer momento, contratamos médicos para hacer el seguimiento de los empleados contagiados o sospechosos. Además, implementamos más protocolos preventivos de los legalmente exigidos, con la colaboración de médicas infectólogas”, concluye Gastón.
Una apuesta al futuro
Hace veintiocho años, Carlos Santoro puso en marcha una farmacia que nació con vocación de futuro. “Su objetivo fue ir abriendo nuevos locales en lugares poco transitados, donde a nadie se le ocurriría instalar un negocio de ese tipo. Fue un visionario”, comenta su hijo Gastón.
Farmacia Punto de Salud tiene 20 sucursales, casi todas en el sur del conurbano bonaerense, desde Avellaneda hasta San Miguel, pasando por Temperley, Ezeiza, Monte Grande, San Vicente, Alejandro Korn, Guernica, Longchamps, Tristán Suárez, Spegazzini, Cañuelas y Moreno. “Droguería del Sud nos dio su apoyo cada vez que abrimos una sucursal, por lo que le estamos muy agradecidos”, señala el entrevistado. Hoy, Carlos Santoro sigue dirigiendo a la compañía, con el apoyo en la gerencia de sus tres hijos (a Gastón se suman Marianela y Agustín).