Prevención

Lucha contra el Sida: mitos a desterrar

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En el Mes de la Lucha contra el Sida, las farmacias pueden contribuir a la prevención y a la mejora de la calidad de vida de los pacientes.

Al menos 140.000 argentinos conviven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH, o HIV, por sus siglas en inglés), una enfermedad que, pese a los extraordinarios avances que se lograron en su tratamiento, todavía no cuenta con una vacuna.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, la mayoría de los nuevos casos (casi el 70%) se producen en hombres. La edad promedio está entre los 30 y los 35 años, y al menos en el 30% de las ocasiones el diagnóstico se realiza en forma tardía.

Si bien todavía no hay una cura contra esta enfermedad, la ciencia viene realizando una extraordinaria labor en materia de tratamientos, que genera un panorama alentador a mediano plazo. El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), en el cual la Argentina participa, fijó como objetivo la erradicación de la enfermedad para el año 2030.

Combatiendo la desinformación

Mientras los científicos hacen su trabajo, el otro desafío pendiente es mejorar la calidad de vida de quienes contrajeron la enfermedad.

Diciembre es el Mes Mundial de la Lucha contra el Sida, lo que genera un marco propicio para hablar sobre el tema y brindar a la población información confiable, que permita desestigmatizar a los portadores de VIH.

A continuación, se mencionan algunos mitos negativos que los farmacéuticos pueden ayudar a desterrar:

1) Las donaciones o transfusiones de sangre pueden contagiar la enfermedad.

Todos los protocolos de seguridad están claramente establecidos. Si la institución sanitaria cumple con las normas de la Ley Nacional de Sangre (N° 22.990) no hay ningún peligro de contagio.

2) El VIH se puede contagiar a través de besos o de compartir un mate.

Falso. La saliva no presenta la concentración de virus suficiente como para producir la transmisión.

3) Compartir ropa, el baño, la cama o una pileta puede generar contagios.

Ninguno de esos hechos representa un factor de riesgo para el contagio de esa enfermedad.

4) Si una mujer embarazada tiene VIH su hijo también lo tendrá.

Si la mujer no sabe que tiene VIH o no recibe ninguna atención médica, tendrá una posibilidad en tres de que su hijo esté infectado. Pero con atención médica, el riesgo de transmisión del virus al bebé se reduce a menos del 1%.

5) Quien tiene VIH, no puede llevar una vida normal.

Falso. Gracias a los nuevos avances científicos, se puede convivir con la enfermedad y llevar una vida saludable. Los tratamientos antirretrovirales actuales no curan el VIH pero evitan la reproducción del virus. Esto impide el deterioro del sistema inmunológico y el desarrollo de enfermedades oportunistas (las que no afectan habitualmente a las personas). El VIH es una enfermedad crónica con la que es posible tener una buena calidad de vida si se realiza el tratamiento adecuado.

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