Los últimos datos de IQVIA ayudan a descifrar las tendencias que definirán el rumbo.
¿Cuál será el balance final de la venta de medicamentos durante 2023? Hay pocas dudas de que el resultado será negativo. Pese a ello, los volúmenes seguirán siendo significativos, lo que dejará las puertas abiertas para una rápida recuperación futura en caso de una mejora de las condiciones macroeconómicas. Así se desprende de las últimas mediciones de IQVIA, que si bien llegan hasta septiembre de este año, permiten anticipar cuál será la tendencia.
Las perspectivas son más complejas a la hora de analizar la rentabilidad. Durante este año los precios quedaron rezagados ante la inflación. Además, casi el 78% de los medicamentos que se expenden son de venta bajo receta, un rubro donde el 35% de las ventas pasan por el PAMI.
Un mercado en recuperación
Si bien en los 12 meses a septiembre de 2023 se registró una baja en relación al mismo periodo anterior, la venta de medicamentos recuperó y superó en los últimos tres años el volumen que poseía en 2019. Esto se dio sobre todo en los productos éticos, que suelen ser siempre los menos afectados por la recesión económica.
El único rubro que no recuperó el terreno perdido fue el de las fórmulas infantiles, donde las 25 millones de unidades vendidas anualmente están lejos de los casi 40 millones que se comercializaban por año en la pre‑pandemia.
Pese a las sucesivas crisis, nuestro país tiene una tendencia histórica hacia el mayor acceso a los medicamentos a través de las farmacias. Por ende, si bien el 2023 cerrará con una caída en las ventas, en 2024 se podría lograr un leve crecimiento. Aunque ello dependerá en gran parte de factores macroeconómicos.
Lanzamientos y tendencias
En OTC, los medicamentos antiespasmódicos y para trastornos digestivos representaron más del 28% de los lanzamientos que tuvieron lugar en 2023. Siguió en importancia la dermatología, con más del 16% de los nuevos productos.
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Escenarios posibles
Todo indica que 2023 concluirá con una caída en las ventas en relación al año pasado. En el mejor de los casos, la caída podría ser leve y no superar el 2%. Pero si la inflación se acelera en el último mes del año, la baja podría superar el 4%, al menos en el segmento de venta libre.
La mira está puesta en 2024. Si bien inicialmente el poder adquisitivo mermará como resultado de los ajustes que hará el nuevo gobierno, es probable que luego haya un repunte que se traduzca en resultados positivos para las ventas de medicamentos.
El asesoramiento: un valor clave
Más allá de medir las ventas, los datos de IQVIA confirman que, en forma consistente con estudios anteriores, el consejo y asesoramiento que brindan las farmacias en forma presencial es uno de los atributos que más valoran los clientes. El 68% de los encuestados mencionó a la recomendación como la principal ventaja de las farmacias físicas sobre sus formatos virtuales.
El siguiente atributo fue la cercanía al domicilio, con un 53% de menciones. La fidelidad de los clientes a su farmacia preferida también pesa fuerte: un 26% afirmó que concurre a comprar “donde compra siempre”.
La rapidez de compra es un área que presenta oportunidades de mejora. Menos del 10% de los consumidores la mencionó como una ventaja competitiva. Lo mismo ocurre con “atención más rápida”, atributo mencionado solo por el 7% de los clientes.
EN SÍNTESIS
Pese a las sucesivas crisis, nuestro país tiene una tendencia histórica hacia el mayor acceso a los medicamentos a través de las farmacias. Por ende, si bien el 2023 cerrará con una caída en las ventas, en 2024 se podría lograr un leve crecimiento. Aunque ello dependerá en gran parte de factores macroeconómicos