En momentos en que insomnio, ansiedad y síntomas de depresión afectan a una gran parte de la población, el Día Mundial de la Salud Mental es la ocasión ideal para que la farmacia estreche su vínculo con quienes atraviesan situaciones psicológicas o emocionales adversas.
Entre las secuelas que dejó la pandemia, figura la mayor prevalencia de problemas como abuso de ansiolíticos, trastornos del sueño, alteración de los hábitos alimentarios y mayor presencia de síntomas depresivos.
El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra cada 10 de octubre, es una ocasión para replantear y reforzar el rol que puede cumplir la farmacia en la prevención y el tratamiento de este tipo de problemáticas.
El farmacéutico puede cumplir un rol que va más allá de la venta de medicamentos, y que puede contribuir a estrechar el vínculo con los pacientes-clientes de su zona:
1. Brindar información confiable. Mucha gente busca en Internet información que a veces no está en condiciones de interpretar correctamente, o que proviene de fuentes poco confiables. Los farmacéuticos son profesionales capacitados para responder preguntas y proporcionar orientación sobre el uso adecuado de ansiolíticos, antidepresivos y todo tipo de medicación psiquiátrica prescripta por los médicos. Además, pueden advertir sobre su interacción con otros fármacos o tratamientos.
2. Concientización. Las farmacias pueden ser puntos clave para promover campañas y difundir información que ayude a eliminar el tabú o la estigmatización en torno a distintas problemáticas vinculadas con la salud mental. Esto es fundamental para que mucha gente asuma sus dificultades y se atreva consultar o pedir ayuda.
3. Apoyo en la adherencia al tratamiento. El correcto cumplimiento de los tratamientos es esencial para el manejo efectivo de los problemas psicológicos y mentales. Gran parte de las recaídas en temas de salud mental se producen por el abandono de la medicación antes de tiempo, o por la alteración de los esquemas indicados por los médicos. Como experto en medicamentos, el farmacéutico puede contribuir a asesorar sobre el uso de medicamentos, además de prevenir sobre potenciales usos indebidos.
4. Fomentar la prevención. Cuando la farmacia se autoconcibe como un centro de bienestar, puede alentar a las personas a cuidar su propia salud emocional y mental, ofreciéndoles hábitos de vida saludables; ayuda en la gestión del estrés; dietas equilibradas y recomendaciones y productos vinculados al ejercicio físico y el autocuidado.