Los problemas cardíacos no son, como muchos creen, predominantemente masculinos. En nuestro país, más de la mitad de los casos se registran en mujeres. El Día Mundial del Corazón es la ocasión ideal para refutar ese mito.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en las mujeres. En nuestro país, según el Ministerio de Salud de la Nación, se producen cerca de 80.000 accidentes cerebro-vasculares anuales… y el 52% de sus víctimas son mujeres.
Colesterol elevado, hipertensión arterial, tabaquismo, vida sedentaria y obesidad son factores de riesgo comunes, que no reconocen sexo. Pero también hay otros que son propios de la mujer, como ser cambios hormonales tras la menopausia, el embarazo, la salud reproductiva y el parto. Esto genera algunas diferencias a la hora de tomar recaudos.
El 29 de septiembre se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Corazón, al que se adhieren los distintos profesionales de la salud, incluyendo a los farmacéuticos. Ante todo, es fundamental contribuir a la toma de conciencia entre las mujeres sobre este tema, a fin de promover la detección temprana del riesgo cardiovascular a partir de la consulta periódica con el médico. “La evaluación es algo simple, y cualquier médico clínico puede hacerlo”, comentan en la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
La FCA posee un programa específico, llamado Corazón y Mujer. Desde el mismo, se recuerdan los puntos sobresalientes de las nuevas guías que establecen el riesgo vascular de la mujer, elaboradas por la American Heart Association (AHA) conjuntamente con la American Stroke Association:
Hipertensión arterial. Uno de los principales factores de riesgo para el ACV es la hipertensión arterial, que, contra lo que suele suponerse, es mayor entre las mujeres que entre los hombres. “Alrededor del 65% de las mujeres mayores de 60 años son hipertensas”, explican en la FCA. Frecuentemente, las mujeres ignoran este riesgo y creen que su presión, al igual que en la juventud, continúa siendo baja. Más de la mitad presenta hipertensión luego del climaterio.
Reemplazo hormonal. Los tratamientos de reemplazo hormonal en la menopausia también incrementan el riesgo de eventos vasculares durante los primeros 12 a 18 meses de iniciados. Hace años, cuando se inició esta práctica, se creía que suministrar las hormonas que la mujer ya no produce podría bajar el riesgo cardiovascular. “Sin embargo, los estudios mostraron que no bajó, e incluso el riesgo, particularmente de ACV, aumentó”, comentan en la FCA.
Embarazos complicados. El antecedente de haber experimentado hipertensión o diabetes durante el embarazo incrementa el riesgo de presentar estas condiciones en el futuro, y de padecer enfermedad cardiovascular muchos años después. Especialmente si la hipertensión se expresa como pre-eclampsia (con edemas en las piernas) o eclampsia (con convulsiones).
Anticonceptivos. La hipertensión también ha crecido en mujeres jóvenes, al igual que el ACV. Las posibles causas serían el empleo de píldoras anticonceptivas y el hábito de fumar. La combinación de ambos contribuye a que el ACV en esta población se encuentre en aumento. Si bien el riesgo de ACV es bajo para los anticonceptivos orales, se incrementa cuando la mujer tiene además hipertensión, diabetes, obesidad o colesterol alto. Conviene que todo médico evalúe estos factores antes de indicar el uso de anticonceptivos.