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K-Beauty: una rutina integral para el cuidado facial

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Los largos procedimientos coreanos de cuidado y belleza ganan terreno. Difundirlos y explicarlos puede ayudar incrementar las ventas de cosméticos y posicionar a la farmacia ante las clientas jóvenes.

La K-Beauty (belleza coreana) viene creciendo en todo el mundo –incluso en Occidente- en los últimos 10 años. Irrumpió con fuerza de la mano del K-Drama (series y películas de Corea) y el K-Pop (la música pop coreana).

Sus rutinas fueron viralizadas por youtubers, influencers y bloggers. Y pueden implementarse con productos occidentales.

Hay que tener en cuenta que la gran cantidad de pasos de la K-Beauty tiene una explicación. La piel oriental es más sensible y reactiva. El estrato córneo (la capa externa) es menor en las pieles asiáticas. Por ende, necesita más activos calmantes. Y los mismos se aprovechan a fondo, ya que tienen menos recorrido para llegar a capas más profundas, en comparación con las mujeres occidentales.

Igualmente, con algunas adaptaciones mínimas, estas rutinas son muy beneficiosas para quien disponga del tiempo y el entusiasmo necesarios para implementarlas.

Contar con dermoconsejeras que sepan explicar y difundir estos pasos, puede ser una ventaja diferencial. Especialmente si este servicio de asesoramiento se promueve a través de las redes sociales y de cartelería interna en la zona de belleza y dermocosmética.

Los diez pasos básicos

1. Primera limpieza. Eliminar restos de maquillaje e impurezas de la piel con un limpiador de base oleosa. Si esos residuos (que no se van con el agua) no son adecuadamente retirados, pueden tapar los poros y dificultar la limpieza.

2. Segunda limpieza. Con un limpiador de base acuosa, se terminan de eliminar todos los residuos que en el paso anterior no fueron  debidamente retirados, preparando a la piel para las próximas etapas.

3. Exfoliación. La piel se renueva constantemente. Es fundamental retirar el exceso de células muertas con un exfoliante. Con una vez por semana (en pieles sensibles, cada quince días) será suficiente.

4. Tónico facial. Ayuda a restablecer el pH de la piel del rostro después de la limpieza, manteniendo el equilibrio entre las zonas secas y grasas. Además, suele tener un efecto calmante.

5. Esencia. Para los coreanos, es el “corazón” de la rutina facial. Este producto es más concentrado que un tónico, pero menos pesado que un sérum.

Además de hidratar, las esencias están enriquecidas con numerosos activos que aumentan la elasticidad y le dan firmeza a la piel.

6. Sérum facial. Su utilidad radica en la rápida absorción y penetración, además de su alta concentración de ingredientes activos que pueden responder a necesidades particulares: manchas, acné, poros dilatados y otras cuestiones.

7. Mascarilla facial. Aporta hidratación y limpieza profunda, además de propiedades específicas que dependen de cada tipo de máscara. El primer mes, se deben aplicar al menos una vez por semana.

8. Contorno de ojos. Es fundamental cuidar a diario la zona más sensible del rostro. Mantener saludable la piel situada bajo los ojos es clave para prevenir arruguitas y patas de gallo. El contorno de ojos es un gran aliado en esta tarea.

9. Crema hidratante.  Es el producto facial por excelencia. Mejora la hidratación y “sella” la humedad y todos los productos aplicados previamente.

10. Protección solar. Es necesario proteger a la piel todo el año. Si de paso se quieren corregir imperfecciones, las cremas BB con FPS unifican el tono, combaten los brillos y aportan luminosidad.

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