En la localidad bonaerense de Garín, Farmacia Lopez combina la experiencia adquirida durante seis décadas y tres generaciones con la eficiencia de un moderno robot de la empresa alemana BD Rowa.
“Teníamos un objetivo claro: que el 99% de nuestros clientes esperara un máximo de cinco minutos para ser atendido”, explica Marcela Moscovich, quien comparte con su hermana Mónica la titularidad de Farmacia Lopez. Luego de implementar distintas medidas para acelerar los tiempos de atención (como la instalación de un turnero digital inteligente), concluyeron que, para lograr el resultado final, era necesario dar el gran salto: la instalación de un sistema robotizado de preparación de pedidos.
Poco tiempo antes, Eduardo Gutkind (esposo de Marcela y titular de la farmacia que lleva su apellido en la localidad bonaerense de Del Viso), había sido el primero en su zona en poner en funcionamiento un robot de la empresa alemana Rowa Smart. Los resultados fueron tan impactantes que Marcela y Mónica no lo dudaron; y adquirieron un robot para su farmacia, que comenzó a funcionar en marzo de este año.
“Los clientes están sorprendidos. Primero, por la velocidad de atención; y segundo, porque el personal de mostrador no los deja solos en ningún momento; los medicamentos llegan al mostrador, sin que tengan que ir a buscarlos a la trastienda”, comenta Marcela.
Cuando anunciaron el proyecto a los colaboradores de la farmacia, recuerda la entrevistada, algunos temieron ser desplazados por el robot. Pero pronto fueron comprendiendo que, lejos de pretender reemplazarlos, el objetivo era revalorizarlos como pilares fundamentales de la calidad del servicio, evitando que dediquen horas de su tiempo a tareas rutinarias y repetitivas, para focalizarse en su especialidad: la atención al cliente. “De hecho, se liberaron de la tediosa tarea de acomodar pedidos durante tres o cuatro horas diarias”, señala Marcela. Y agrega: “Poco tiempo después de instalar el robot, necesitamos tomar dos personas más, ya que, al acortar los tiempos de espera, atendemos más pacientes por día”.
La instalación del robot fue aprovechada para renovar por completo la farmacia. “Hicimos una importante inversión, pero estamos muy satisfechos de poder combinar el profesionalismo y la dedicación al cliente que heredamos de nuestros padres, con tecnología de gestión prácticamente futurista”, dice la entrevistada.
Pasión por la farmacia
La historia de Farmacia Lopez comenzó en mayo de 1962, cuando la farmacéutica Gladis Perla Lublin adquirió el fondo de comercio. “Para ello, tuvo que vender su piano, y mi papá vendió su motocicleta”, comenta Marcela. Así abrieron el local originario, en Vicente López.
Dado que el título universitario de Perla todavía estaba en trámite, un tío farmacéutico le prestó su apellido para la habilitación, por lo que comenzó a funcionar como Farmacia Lopez. Y a partir de allí, el nombre quedó.
Dos años más tarde se mudaron a la localidad bonaerense de Garín, porque surgió una oportunidad de alquilar una farmacia con sótano y vivienda. Dos años más tarde compraron un terreno ubicado en la calle de enfrente (en Presidente Perón 905), y allí construyeron su casa y la nueva farmacia, que ya cumplió 60 años.
El salón de Farmacia Lopez se destaca por su amplitud: ocupa 170 metros cuadrados. Allí se despliegan góndolas con un amplio surtido de perfumería, belleza y dermocosmética, a cargo de personal especializado. “Solemos participar en las capacitaciones de Aliadas, que nos resultan muy útiles”, comenta Marcela. “Somos clientes de Droguería del Sud desde hace muchísimos años, y valoramos enormemente tanto la calidad de su servicio, como la excelente predisposición y apoyo del oficial de cuentas que nos atiende”, dice.
Tres generaciones en Garín
A la pasión por la farmacia que Marcela y Mónica arrastran desde la cuna, se suma el impulso de la nueva generación. Iara Gutkind, la hija de Marcela, estudia la carrera de farmacia, con la intención de mantener el legado familiar. A su vez, el licenciado en Administración de Empresas Alan Casiro (hijo de Mónica) aporta su impronta para impulsar el negocio. “Seis décadas después de nuestra fundación, nos enorgullece que nuestros hijos se esfuercen y se profesionalicen para que Farmacia Lopez siga siendo sinónimo de calidez y calidad de atención”, concluye Marcela.