Te presentamos a Florencia Sosa, gerente general de Minerva Farmacias y CEO de Grupo ECA.
Con solo 30 años, Florencia Sosa es empresaria de la salud en Catamarca, actualmente gerente general del grupo de empresas ECA y Minerva Farmacias con más de 500 empleados y 60.000 afiliados.
Florencia es la única hija de Emilio Benjamín Sosa, un hombre de trabajo que era muy querido y reconocido en la Provincia de Catamarca y fundador de ECA, grupo que comprende las empresas Servicio de Emergencias Médicas y Prepaga, Minerva Farmacias, Tarjeta de Beneficios E Card y Axion Catamarca. Es Licenciada en Administración de Empresas y Contadora Pública, estudió en Estados Unidos y cuenta con un máster en Women ́s Leadership de la Universidad de Yale, pero lo primero que dice cuando le preguntan es “catamarqueña”, empresaria y activista por los derechos de las mujeres y jóvenes en el mundo de los negocios, así se define en su sitio web (florsosadd.com).
Cuando su padre murió, tomó el mando de la compañía familiar y pasó a ser una de las CEO más jóvenes de la región. “Me tocó formar parte del mundo empresarial desde muy joven”, cuenta en su web, y en tan solo cinco años, aportó a la empresa su visión género ocupando en un más de 80 por ciento los puestos jerárquicos por mujeres, además, también apostó por la tecnología y revolucionó la ciudad al incorporar a través de Droguería del Sud el primer robot para farmacias del noroeste argentino. También es la primera mujer en ocupar el rol de presidente de la Cámara de Propietarios de Farmacias de Catamarca.
Florencia cuenta su experiencia: “Tuve la opción de delegar la gerencia general del Grupo pero, en cambio, decidí trabajar en encarnar el legado. Mi gran goal fue desafiar el mundo empresarial siendo mujer, joven, y en el noroeste de Argentina, una sociedad sumamente conservadora y resistente a los cambios, sobre todo de género”, y agrega que en el futuro desea “Ser protagonista del colectivo de mujeres que estamos sumando fuerza para romper el techo de cristal, esa brecha invisible que impide a las mujeres acceder a los mismos puestos de poder que los hombres. Y ser la más joven y enérgica defensora de la mejora de los estándares de género en el mercado empresarial latinoamericano”.
La moda y Andina NFT
Las inquietudes de Florencia son múltiples y el mundo de la moda siempre estuvo presente en su vida. “Me gustan la moda y el lifestyle desde que tengo uso de razón. Pienso que no es solamente “ropa”, sino que es una forma de expresión; una manifestación de nuestro ser, identidad y estilo.
Es influencer con más de 155.000 seguidores (@florsosadd), cubrió Fashion Week de New York como enviada especial para distintas marcas y revistas de moda, y realizó la cobertura de Designers Week y B.A.F. en Buenos Aires, Dubai Fashion Week (2018) y Paris Fashion Week (2020). Además de participar de otros proyectos como blogger, también se dedica a dar charlas motivacionales sobre el rol de la mujer en el emprendimiento.
Pero lo importante de Florencia es que nunca perdió de vista su origen y su historia, el amor por la moda siempre fue su hobby y hoy decidió volcarlo en un designio que involucra mucho más que estilo y elegancia, creando un proyecto de empoderamiento, innovador, y de triple impacto: con valor económico, mirada social e impacto ambiental.
“En el medio de este camino desarrollé la fundación en nombre de mi papá e inicié mi trabajo con comunidades y barrios remotos, donde empecé a detectar perfiles femeninos muy poderosos. Comencé a capacitar a esas mujeres, a enseñarles lo que era ser líder”.
Así nació Andina NFT– Mujeres creando, su nuevo emprendimiento, que acaba de lanzar en Buenos Aires junto a su socia y amiga Florencia Bovo. Reunió a tejedoras de la Puna catamarqueña, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, para crear una comunidad de mujeres talentosas que buscan potenciarse en distintos encuentros de apoyo mutuo. Su objetivo fue darle visibilidad al arte milenario de tejidos de lana de vicuña que requieren de un riguroso tratamiento con técnica ancestral. La práctica se transmite generación tras generación en el norte argentino y especialmente en Catamarca, donde el poncho es parte de su ADN.
La comunidad de Laguna Blanca – Belén – Catamarca, hoy es un espacio de contención y una red de sostén para 400 mujeres tejedoras. A través de un proceso manual que lleva entre 4 y 6 meses de producción, nacen los tejidos de lana de vicuña. Una lana suave, de la más alta calidad y muy bien valorada en todo el mundo.
“Buscamos una forma diferente de contar historias a través de un proyecto hecho por mujeres para empoderar mujeres. Y que a su vez, revaloriza su rol en el mundo tecnológico, que tiene hegemonía de hombres”, comenta Florencia.
Mediante la tecnología NFT se logra que cada pieza contenga información acerca de la tejedora que trabajó en ella. Cada poncho en su etiqueta suma un chip contactless que, leído mediante el celular, accede a una cápsula audiovisual donde en primera persona cada autora, cuenta su historia de superación, resiliencia y su significado sobre el arte de tejer.
De esta manera, no solo se adquiere una prenda única, sino también “una historia”. Los NFTs ya están disponibles en el marketplace carnaval.art.