Desde el año 2006, durante la tercera semana de marzo, distintos profesionales de la salud llevan a cabo acciones tendientes a concientizar a la población sobre las consecuencias del consumo excesivo de sodio. Qué puede aportar la farmacia.
El elevado consumo de sal es un factor de riesgo importante para numerosas enfermedades. Se estima que más de cuatro millones de personas mueren cada año debido a una ingesta excesiva de sal.
El sodio es el responsable de los efectos dañinos de la sal sobre nuestra salud. El consumo de sodio está relacionado con hipertensión arterial, enfermedad coronaria, infarto y cáncer de estómago. Además, afecta negativamente a los riñones, la piel, el cerebro y los huesos.
El Ministerio de Salud de la Nación brinda las siguientes estadísticas sobre nuestro país:
■ Se consumen diariamente 12 gramos de sal per cápita, cuando lo recomendado son 5 gramos.
■ El 16,4% de la población agrega siempre sal a la comida luego de la cocción.
■ Entre el 65% y 70% del sodio que se consume proviene de los alimentos procesados o industrializados. La nueva Ley de Etiquetado Frontal, que exige colocar un cartel octogonal de advertencia en los envases de los productos con exceso de sodio (entre otros ingredientes críticos) puede contribuir a una mayor toma de conciencia sobre esta situación.
■ El 40,6% de la población tiene hipertensión arterial.
Consejos desde el mostrador
La farmacia puede hacer un aporte significativo al difundir distintas alternativas a la sal de mesa. Básicamente, se trata de sal con contenido de sodio bajo (sal light), muy bajo (0,03% o menos) o sal sin sodio (que reemplaza a este ingrediente por cloruro potásico). En algunos casos, vienen saborizadas con distintas hierbas.
Más allá de eso, siempre es fundamental recordar al público que la mayor parte del sodio proviene de los alimentos procesados. Por tal motivo:
■ Conviene evitar las carnes elaboradas (fiambres y embutidos), las salsas y los snacks, que son los alimentos con mayor contenido de sal. Aunque también tienen sodio el pan y los quesos. La sal está presente hasta en alimentos dulces, como galletitas y cereales de desayuno.
■ Es importante incrementar el consumo de frutas y verduras frescas. Se recomienda que la dieta diaria incluya al menos cinco porciones de vegetales.
■ Conviene reducir la “pizca de sal” al cocinar, y sustituir la sal por especias.
■ Hacer desaparecer el salero de la mesa puede ser una buena idea.