En marzo de este año, antes de que se declarara la cuarentena, Oscar Galibert convocó a todo su equipo de trabajo. “Sentí que, como líder, tenía que explicarles, en términos profesionales, qué estaba pasando, qué medidas había que implementar y por qué. Y su reacción fue extraordinaria”, dice este farmacéutico de 62 años, titular de Farmacia Galibert Garro, más conocida como Farmacia Mayo.
Villa Ocampo fue la primera ciudad santafesina con casos de coronavirus, y tuvo decenas de infectados, hasta que la curva local se estabilizó. “Fuimos los primeros en usar alfombras sanitizantes y vaporizadores de alcohol”, recuerda Galibert.
Su farmacia fue fundada el 13 de marzo de 1986. “De las siete que hay en esta ciudad, somos la tercera más antigua”, dice. “Me recibí en la Universidad Nacional de Córdoba a los 24 años. Volví aquí, trabajé en la farmacia de mi padre y finalmente abrí mi propio establecimiento”.
La Farmacia Galibert Garro cuenta con un salón de 370 m2, al que próximamente sumará una ampliación de 60 m2 para la parte de dermocosmética. “Somos fans de Droguería del Sud. Fuimos su primer cliente en Villa Ocampo. Nos ayudó a rediseñar y modernizar el local, y nos proveyó las góndolas y estanterías”, señala el entrevistado. “Además, trabajaron codo a codo con nosotros durante todas las crisis que vivió la Argentina”.
La farmacia opera con GPSfarma y Bonusfarma, “que, en estos tiempos de pandemia, son de gran ayuda”, concluye Galibert.