El contexto que enfrentarán las farmacias durante este año hace necesario profesionalizar cada vez más ciertos aspectos de la gestión. Consejos para tener en cuenta.
La reducción del volumen de venta de los medicamentos registrada en 2019 (con una caída de 5,6% en unidades) es altamente significativa, y genera la necesidad de monitorear de cerca todas las variables que inciden sobre la rentabilidad de las farmacias. Tal es la conclusión a la que arriba el doctor Eduardo Tchouhadjian, consultor especializado en el rubro y Director Académico del Posgrado de Marketing y Gestión Farma de la Universidad de Belgrano.
La caída de las ventas no fue el único problema que afectó la operatoria del sector durante el año pasado. Tchouhadjian resalta además los siguientes factores:
• Deudas impagas de PAMI, IOMA, y otras obras sociales.
• Elevadas bonificaciones en obras sociales y prepagas.
• Restricciones al consumo en las obras sociales.
• Altísimos costos de gestión para las farmacias, en relación con la rentabilidad que generan los medicamentos.
• El efecto de “caja seca”: productos que se venden pero se cobran con plazos diferidos a veces muy prolongados.
• Financiación del stock con capital propio. Necesidad de una mayor inversión en capital de trabajo para mantener el número de unidades.
• Fuerte incremento de la presión impositiva, tanto nacional como provincial, y municipal.
Ante esta realidad, para sobrellevar lo mejor posible el año en curso, Tchouhadjian sugiere a las farmacias tener en cuenta, entre otros, los siguientes puntos:
• El mantenimiento del stock (en unidades y valores constantes) debe ser una prioridad esencial. “De ninguna manera se pueden destinar recursos a otros fines sin considerar esta variable”, explica.
• El seguimiento de la cobranza y recupero de las ventas a través de obras sociales es clave. Un aumento significativo de este tipo de operaciones debe contar con capital propio genuino para financiarlo.
• Generar una gestión profesional del negocio, que permita desarrollar actitudes proactivas.
• Poner el foco en la promoción y adecuada gestión los medicamentos de venta libre y los productos de mayor rentabilidad.
• Controlar estrictamente todos los gastos.
• Agregar valores adicionales a los servicios profesionales.
• Revisar permanentemente todas las variables que inciden sobre el negocio, y encararlas con una actitud de apertura y capacidad de cambio.
• Seguir con atención la evolución de los factores macroeconómicos, ya que los mismos tendrán un fuerte impacto sobre el negocio.
“Como siempre el concepto fundamental es que la farmacia se diferencie por su agregado de valor y su calidad de atención”, dice el especialista. “Pero sin perder de vista que la rentabilidad es el único retorno que recibe el farmacéutico por las prestaciones que ofrece”, concluye.