Sobre una superficie total de 380 metros cuadrados, desde mediados del año pasado funciona en Dolores una farmacia que, pese a ser nueva, hereda una importante tradición familiar.
Fundada en 1817, la ciudad bonaerense de Dolores, con casi 30.000 habitantes, es considerada la primera población creada por el Estado argentino luego de la Declaración de Independencia. Allí, abrió sus puertas, en junio de 2019, Farmacia Tamagno, en la calle Lamadrid 61, tras aguardar la habilitación durante dos años. “Es un ejemplo de lo que se puede lograr con esfuerzo y perseverancia”, dice su titular, la farmacéutica María Amalia Tamagno, de 28 años. “Abrir esta farmacia fue un sueño compartido con mis padres”, agrega. “Mi bisabuelo, José María Speroni, fue uno de los primeros farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires, y para nosotros es un honor poder seguir con su legado”.
El proyecto afrontó numerosos contratiempos. Apenas se tomó la decisión de abrir la farmacia, en 2014, Walter Tamagno, el padre de María Amalia, tuvo un ACV que lo dejó en coma varios meses. El tratamiento posterior, en una clínica, duró dos años. “Pasé ese tiempo con él, e hice mi tesis final mientras se rehabilitaba”, dice la entrevistada.
Superado el problema médico, en enero de 2017 se iniciaron los trámites de habilitación. “Cuando una persona joven inicia un emprendimiento como este, de casi 400 metros cuadrados de superficie, no todos le tienen confianza; por eso, agradezco muchísimo el apoyo que Droguería del Sud me brindó desde el principio. Y no solo con la compra inicial, sino con sus capacitaciones y asesoramiento en marketing, desarrollo de perfumería y otros temas”, dice María Amalia. En diciembre del año pasado decidió adherirse a GPSfarma, y pese al poco tiempo transcurrido desde su implementación, los primeros resultados le resultan promisorios.
El salón de ventas tiene un estilo moderno, pensado para brindar la máxima comodidad a los clientes, y está equipado con góndolas. La perfumería y la dermocosmética se trabajan en un sector diferenciado, y hay un cómodo espacio para realizar beauties.
Farmacia Tamagno se autodefine como un proyecto claramente familiar. Hoy, Walter acompaña a su hija las noches que está de turno. También “mis hermanos y mi novio, quienes me dan una mano en el día a día”, concluye María Amalia.