El 1 de septiembre de 1955 abría sus puertas la primera farmacia de Río Grande. Setenta años después, Farmacia del Pueblo Río Grande celebra su aniversario, consolidada como referente de calidad y cercanía, con tres sucursales y un fuerte compromiso con la innovación y la comunidad.
Una historia que comenzó con visión de futuro
El recorrido de Farmacia del Pueblo tiene como punto de partida a su fundador, Ángel San Juan, quien junto a un socio transformó un botiquín de farmacia en el motor de un emprendimiento que marcaría a la localidad. San Juan también supo diversificar, con varios emprendimientos comerciales y la primera estación de servicio YPF en la ciudad. “Siempre buscó generar recursos para la ciudad”, recuerda el actual gerente comercial, Gustavo Kosowich, que acompaña el proyecto hace 17 años.
Su espíritu pionero dejó huella: hoy la farmacia, acompañada por su familia —su esposa, María Carmen, ´Marilu´, que continúa activa y su hijo Fernando—, mantiene vivo el legado de cercanía y vocación de servicio.
De una farmacia de barrio a tres sucursales
“Fuimos evolucionando de una farmacia de barrio a una farmacia robotizada”, destaca Kosowich. La evolución fue tan firme como sostenida: lo que comenzó como un único local se transformó en tres sucursales, acompañando el crecimiento de la ciudad, que pasó de 8 mil a más de 120 mil habitantes. La farmacia supo anticiparse a los cambios y adaptarse a las nuevas demandas.
El equipo humano es otro pilar. “Uno de nuestros empleados trabajó más de 35 años con nosotros y, aun después de jubilarse, decidió seguir en la farmacia”, cuenta con orgullo. Esa fidelidad refleja un clima de pertenencia y compromiso que trasciende generaciones.
Innovación y servicio como norte
El lema que guía a la farmacia —“Líder en calidad y servicio”— encuentra sustento en hechos concretos:
- Incorporación de robotización en procesos.
- Atención personalizada vía WhatsApp y el desarrollo de un programa de fidelización.
- Amplia propuesta en dermocosmética.
- Charlas, eventos y presentaciones de nuevas líneas para clientes.
- Espacios dedicados a regalería y colecciones como Mimo & Co.
- Servicios clave como vacunación.
Cada paso combina tecnología con trato humano, asegurando que la experiencia en el mostrador siga siendo cercana y resolutiva. “Lo que nos motiva en el día a día es la relación con el cliente. La satisfacción de poder ayudar, de encontrar esa respuesta: eso te llena”, afirma Kosowich.
Compromiso con la comunidad
Desde sus inicios, Farmacia del Pueblo Río Grande se caracterizó por su vínculo social: apoyo a clubes, entidades y comedores, siempre con la convicción de que la farmacia es un espacio de encuentro y cuidado.
“Resolver lo que necesita un cliente, de encontrar esa respuesta, es lo que gratifica y motiva a quienes trabajamos en farmacia”, comparte Gustavo Kosowich.
Una alianza de confianza y mirada hacia el futuro
La relación con Droguería del Sud es parte esencial del recorrido. “Nuestro vínculo es humano y cercano. Con Manuel, el contacto es permanente: por cualquier necesidad, siempre hay una respuesta rápida y accesible. Existe confianza que es lo más importante.”
El desafío sigue siendo avanzar en tecnología y comercio electrónico, sin perder la cercanía que los caracteriza. “Queremos sumar calidad y servicio cada día, con innovación y con la satisfacción de brindar lo que el cliente necesita”, subraya Kosowich.
A 70 años de su fundación, Farmacia del Pueblo Río Grande celebra su historia con orgullo y se proyecta al futuro con el mismo espíritu de siempre: brindar lo mejor a cada cliente, cada día, de la mano de la comunidad que la vio nacer.
