La viruela símica (mpox), conocida popularmente como la “viruela del mono” -término que ha dejado de utilizarse-, es una enfermedad endémica de regiones de África detectada por primera vez en 1970. Ha resurgido en los últimos años, captando la atención global debido a brotes registrados en diversas partes del mundo. La segunda alerta de emergencia sanitaria global declarada por la OMS, con este resurgimiento, ha planteado serios desafíos para la salud pública.
Se trata de una enfermedad zoonótica viral -puede transmitirse de animales a humanos y de persona a persona-, provocada por un virus del género Orthopoxvirus. La viruela símica se llamó “viruela del mono” porque se detectó en varios monos de un laboratorio. Sin embargo, estos animales son un huésped accidental, dado que un estudio reveló que los verdaderos reservorios del virus son los roedores.
Se contagia por contacto físico estrecho de persona a persona, puede ser por transmisión sexual, cercanía con lesiones, gotitas respiratorias o materiales contaminados, como toallas y ropa de cama. Una persona gestante cursando la infección puede traspasar el virus al feto desde la placenta o durante el nacimiento.
En general, empieza con fiebre, malestar, decaimiento, dolores musculares y aparece el brote en la piel como unas manchas. Suele causar cansancio, inflamación de los ganglios y dolor en la región genital. Para su prevención se recomienda evitar el contacto estrecho con cualquier persona que tenga mpox. Es fundamental el lavado de manos frecuente con agua y jabón o con una loción hidroalcohólica.
Brotes recientes y situación global
Desde 2022, se han reportado brotes significativos en países donde esta enfermedad no era endémica, incluyendo Estados Unidos, España, Reino Unido y Brasil, entre otros. La nueva alerta de la OMS es luego de que, en junio pasado, reaparecieran casos en países con un aumento de los diagnósticos, con respecto del mes anterior o sin nuevos registros de la infección, después del brote de hace dos años.
En Argentina, el primer caso se detectó en mayo de 2022. Según el Boletín Epidemiológico Nacional, hubo 1025 casos en 2022 y, durante 2023, se detectaron 124 positivos. Este año, son 39 los informados hasta el mes de agosto. La mayoría de estos casos se concentraron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano bonaerense; 82% se registraron solo el mes de agosto; la mayoría son varones, de entre 20 y 49 años.
Respuesta de salud pública y lecciones aprendidas
La respuesta global a los brotes de la viruela símica ha incluido la implementación de medidas de contención, tales como el rastreo de contactos, el aislamiento de casos confirmados, y la vacunación selectiva de grupos de alto riesgo.
La OMS ha recomendado el uso de la vacuna MVA-BN, una vacuna desarrollada originalmente para la viruela, también la LC16, que ha mostrado ser efectiva contra este tipo de viruela símica; y cuando no está disponibles, la vacuna OrthopoxVac. Solo se debería considerar vacunar a personas que corran riesgo, como las que hayan tenido contacto estrecho con alguien con mpox y las que pertenezcan a un grupo de alto riesgo de exposición al virus. Es importante remarcar que la no recomienda la vacunación masiva ni de la población general en este momento.
En este caso, si bien no se trata de una enfermedad nueva como fue la COVID-19, las lecciones aprendidas indican que la inversión en salud pública, la cooperación internacional y la investigación en vacunas son esenciales para mitigar el impacto de enfermedades emergentes y de rebrotes.
Principales fuentes consultadas:
Ministerio de Salud de Argentina: https://www.argentina.gob.ar/viruela-simica-mpox
Organización Mundial de la Salud: https://www.who.int/es/news-room/questions-and-answers/item/mpox
Organización Panamerica de la Salud: https://www.paho.org/es/mpoxenfermedad