A diez kilómetros de la delegación Allen de Droguería del Sud, funciona desde 2014 una farmacia nacida, equipada y gestionada para resolver cotidianamente las múltiples necesidades de sus clientes.
El 9 de mayo de 2014, los vecinos de General Fernández Oro, una pequeña localidad de 10.000 habitantes ubicada en el Alto Valle de Río Negro, amanecieron con una noticia: una farmacia abría sus puertas en Hipólito Irigoyen 310. Este acontecimiento le facilitaría la población local el acceso a todo tipo de productos vinculados a salud.
“Fue un sueño compartido con mi padre, ya fallecido. A él se lo debemos”, explica el farmacéutico Sebastián Sánchez, titular de Farmacia Sánchez. “Estaba convencido de que, con el apoyo de mi familia, sería capaz de sacar adelante una farmacia propia. Y así fue”, agrega.
Sebastián nació y se crio en Punta Alta, una localidad cercana a Bahía Blanca, que lo marcó para siempre. Aún hoy, sigue siendo hincha del club Sporting de su ciudad natal, de la que partió para poder estudiar. “Me gradué de farmacéutico en la Universidad Nacional del Sur. Trabajé seis años en Farmacia del Centro, en la localidad de Allen, y desde allí vine al Valle de Río Negro con mi esposa, Jorgelina Orellano. Y aquí nos quedamos”, explica.
Jorgelina tuvo un rol clave en la puesta en marcha de este emprendimiento y en su consolidación. Su impronta está presente en cada rincón de la farmacia, aunque hoy ella está más alejada de las funciones operativas, y dedica la mayor parte de su tiempo a la crianza de sus tres hijas: Verona (de 13 años), Faustina (10) y Cayetana (4).
Sebastián destaca el apoyo inicial que le brindó Droguería del Sud. “El primero que nos atendió fue Pablo Bertuzzi. Apenas le contamos nuestros planes, confió plenamente en nosotros y nos abrió la cuenta para empezar a trabajar”, dice. “Hoy nuestro ejecutivo de cuenta es Agustín Cofré, a quien le estamos agradecidos por su constante acompañamiento”, añade.
La farmacia equipó parcialmente su salón de ventas con Mobiliario Esencia. “Recientemente les compramos dos góndolas con punteras, sumamente vistosas y funcionales”, dice Sebastián.
La perfumería y la cosmética ocupan un lugar destacado gracias a la variedad de marcas y tipos de productos.
La farmacia trabaja con todos los medios de pago disponibles, incluyendo billeteras virtuales. “Tenemos también un posnet de Menta, una compañía de soluciones de pago, como parte de los servicios que nos ofrece Droguería del Sud”, explica Sebastián.
Para poder funcionar con eficiencia cuentan con un equipo de colaboradores, liderado por Beatriz Matis, la encargada, “mi mano derecha e izquierda; en ella depositamos toda nuestra confianza”, dice el entrevistado. En los sectores de ventas y atención al público, trabajan Camila Padilla, Antonella Villaruel, Ibel García y Fabián Surlin. “Nos esmeramos por dar una atención personalizada y de calidad, resolviendo las dudas de nuestros clientes, aconsejándolos, y también aprendiendo de ellos: son nuestros principales maestros”, comenta.
El plantel de Farmacia Sánchez a pleno: Antonella Villaruel, Beatriz Matis, Fabián Surlin, Camila Padilla, Sebastián Sánchez e Ibel García
La calidad de servicio se basa en una premisa simple: “tratar a los demás como nos gustaría que nos traten a nosotros”. Eso se logra a través de dos pilares. Uno es la empatía con el público; ponerse en su lugar, para comprender mejor sus necesidades, practicando la escucha activa como medio para detectar con precisión que es lo que en el fondo cada persona necesita, más allá de lo que manifiesta expresamente.
Otro pilar importante es la capacitación. “La formación constante es fundamental para ampliar nuestros conocimientos. En ese sentido, valoramos las iniciativas de Droguería del Sud, e intentamos aprovecharlas al máximo”, concluye el titular de Farmacia Sánchez.