Punto de Venta

Claves para iluminar tu farmacia

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Los locales estratégicamente iluminados invitan a entrar y a permanecer, mejoran la experiencia de compra y potencian los productos exhibidos.

La iluminación es un aspecto fundamental del punto de venta. La luz, cuando es estratégicamente aplicada y dosificada, ayuda a crear experiencias; contribuye a transmitir la esencia y el posicionamiento de la marca y ayuda a conseguir el clima de comunicación necesario en cada lugar del recorrido.
Jugar con la temperatura, la intensidad o el diseño de la iluminación permite crear diferentes ambientes; poner el énfasis en puntos concretos y, en definitiva, mejorar la experiencia de compra del cliente.
La clave pasa por combinar estética y funcionalidad, generando una atmósfera cálida y agradable, que al mismo tiempo promueva las ventas y despierte en los clientes el deseo de regresar. Además, la estrategia de iluminación debe asegurar el confort de los colaboradores de la farmacia, proporcionándoles un entorno de trabajo agradable y productivo.

Sectorización: un concepto clave

La iluminación interior de la farmacia no debe ser homogénea; tiene que contemplar al menos cuatro situaciones diferentes.

  1. Iluminación ambiental. Ayudar a crear el clima general en el que se desarrollará la experiencia de compra. Una buena iluminación puede hacer que la farmacia parezca más grande, más moderna y atractiva. Las luces cálidas despierten en los clientes una sensación de calma y de confianza. La luz fría o blanca, por su parte, realza los colores, nos activa y nos predispone a la acción.
  2. Iluminación decorativa. Su propósito es estético –no funcional– y busca crear interés visual y atraer la atención del cliente hacia una determinada zona del punto de venta. Existen lámparas ornamentales o luces LED que pueden ser programadas para variar su color o intensidad, generando distintos efectos.
  3. Iluminación de productos. Se recomienda usar luz blanca o neutra, ya que las luces muy cálidas alteran la percepción de los colores de los productos. Las lámparas focalizadas pueden ayudar a que los artículos premium se vean más atractivos y llamativos para los clientes.
    La iluminación “de acento” sirve para resaltar áreas de promoción, o góndolas especiales que respondan a fechas temáticas.
  4. Mostrador. Es fundamental que el mostrador sea fácilmente localizable por el cliente, y esto se puede acentuar mediante la iluminación. En este sector la luz blanca permite una lectura clara y fácil de las recetas médicas, y su intensidad debe ser superior al resto de la farmacia (para favorecer a los clientes de edad avanzada) pero nunca demasiado directa.

En síntesis

La iluminación es una herramienta clave, ya que cumple múltiples roles, todos ellos altamente relevantes. Por ende, requiere una planificación integral, alineada con el posicionamiento y la estrategia de marketing de la farmacia.

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