“La pandemia nos obligó a adaptarnos y a capacitar a nuestro personal en distintos aspectos”. Así sintetiza la situación que se vive desde hace más de un año Juan Laguna, cotitular de Farmacia Lobera, con casi tres décadas de trayectoria en General Pico (La Pampa). “Notamos en nuestros colaboradores un gran estrés y cansancio, pero todos siguen adelante con el mismo entusiasmo de siempre”, agrega. En esta adaptación, fue clave el rol de su esposa, Juliana Lobera, farmacéutica y fundadora del establecimiento, quien con la colaboración de Juan reorganizó los distintos procesos para seguir brindando un servicio eficaz, incluyendo la atención integral del diabético y la oncología, sus dos especialidades. La historia de la farmacia se remonta a marzo de 1992. Tras recibirse en la Universidad Nacional de San Luis, Juliana (oriunda de Quemú, una localidad vecina) decidió cumplir el sueño de tener su propia farmacia. Comenzó alquilando un local, hasta que pudo comprar la sede actual (calle 17 N° 779), a pocos metros de su ubicación original. La buena respuesta que tuvo entre el público motivó a Juan a sumarse a la farmacia, a tiempo completo. En un salón de 80 metros cuadrados, hoy la perfumería y la dermocosmética cuentan con una exhibición destacada y asesoramiento especializado. “Somos clientes de Droguería del Sud desde que inauguró su Centro de Distribución Bahía Blanca, en 1999. Siempre fue un gran apoyo; participamos constantemente, junto con nuestro personal, en sus actividades de capacitación y negocios”, comenta Laguna. “Además, estamos adheridos a GPSfarma, que nos genera un importante caudal de ventas virtuales”.
“La pandemia nos obligó a adaptarnos y a capacitar a nuestro personal en distintos aspectos”. Así sintetiza la situación que se vive desde hace más de un año Juan Laguna, cotitular de Farmacia Lobera, con casi tres décadas de trayectoria en General Pico (La Pampa). “Notamos en nuestros colaboradores un gran estrés y cansancio, pero todos siguen adelante con el mismo entusiasmo de siempre”, agrega. En esta adaptación, fue clave el rol de su esposa, Juliana Lobera, farmacéutica y fundadora del establecimiento, quien con la colaboración de Juan reorganizó los distintos procesos para seguir brindando un servicio eficaz, incluyendo la atención integral del diabético y la oncología, sus dos especialidades. La historia de la farmacia se remonta a marzo de 1992. Tras recibirse en la Universidad Nacional de San Luis, Juliana (oriunda de Quemú, una localidad vecina) decidió cumplir el sueño de tener su propia farmacia. Comenzó alquilando un local, hasta que pudo comprar la sede actual (calle 17 N° 779), a pocos metros de su ubicación original. La buena respuesta que tuvo entre el público motivó a Juan a sumarse a la farmacia, a tiempo completo. En un salón de 80 metros cuadrados, hoy la perfumería y la dermocosmética cuentan con una exhibición destacada y asesoramiento especializado. “Somos clientes de Droguería del Sud desde que inauguró su Centro de Distribución Bahía Blanca, en 1999. Siempre fue un gran apoyo; participamos constantemente, junto con nuestro personal, en sus actividades de capacitación y negocios”, comenta Laguna. “Además, estamos adheridos a GPSfarma, que nos genera un importante caudal de ventas virtuales”.