El 2021 no arroja grandes expectativas de incrementos de ventas ni de precios. El especialista Eduardo Tchouhadjian brinda algunas recomendaciones para maximizar el beneficio frente a estas circunstancias.
Según datos de IQVIA Argentina, las ventas medicinales en farmacias durante 2020 tuvieron un leve incremento (1,4%), medido en unidades. El impulso provino de los medicamentos de venta libre (que crecieron 5,3%), ya que los productos éticos no registraron variaciones en relación al año anterior. Las perspectivas para este año son similares; se estima que las ventas totales podrían crecer, en el mejor de los casos, entre 1% y 2%. En este entorno, ¿cómo asegurar la rentabilidad de la farmacia? El primer paso es comprender lo que ocurrió el año pasado con los precios. “Durante 2020, el precio de venta al público de los medicamentos creció 41,7%, superando al 36,1% de la inflación”, explica el consultor especializado en farmacias Eduardo Tchouhadjian. Pero señala que eso no representa el valor real de facturación, dado que no incluye a los productos comercializados bajo el llamado “precio PAMI”. “Entre el 35% y el 40% de la facturación de la farmacia se comercializa bajo ese precio especial”, comenta. “Si se calcula el efecto del precio PAMI, el precio real de la facturación estuvo, el año pasado, 1,5% por debajo de la inflación”. En síntesis, el nulo crecimiento en unidades de los productos éticos, sumado a un ajuste de precios por debajo de la inflación, hizo que la facturación de las farmacias tuviera un deterioro significativo. “La búsqueda de rentabilidad adicional para compensar estos efectos debe ser un tema primordial en la gestión farmacéutica durante 2021”, comenta el especialista.