Tendencias

Cómo seducir a los nuevos consumidores

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Conocer las tendencias que vienen modificando las pautas de consumo es fundamental para que las farmacias puedan capitalizar a su favor los cambios que se están produciendo.

Vivimos en un año en el que la crisis sanitaria provocó una serie de cambios acelerados. Dar respuestas rápidas y eficaces a las nuevas demandas de los clientes es fundamental. En ese sentido, la consultora Nielsen enunció recientemente una serie de tendencias que están cambiando las reglas de juego: Encapsulamiento. En inglés se lo llama cocooning, e implica salir menos de la casa y vivir más y mejores experiencias dentro del hogar. Esto afecta tanto a la oferta de productos (las tinturas hogareñas ganan terreno, y los aparatos de electrobelleza tienen por delante una importante oportunidad) como a las ventas por Internet (el e-commerce de las farmacias en Argentina ya representa el 10% de la facturación, y sigue creciendo). ■ Apertura a nuevas marcas. Muchos consumidores cambiaron sus marcas preferidas por otras de menor valor o diferentes características. Esto obliga a repensar el surtido. Si bien la gratificación y la autocaricia que implica acudir a ciertas marcas líderes seguirá existiendo y será un componente clave de la rentabilidad de las farmacias, es importante no dejar de lado a las segundas líneas. Revalorización de la proximidad. El 64% de las personas dicen que tienen menos tiempo para comprar. Además, priorizan minimizar su exposición en la vía pública y acudir a los lugares más cercanos. Las tiendas de proximidad vienen ganando participación desde el inicio de la pandemia. Menor uso del dinero en efectivo. La gente prefiere evitar el intercambio de billetes que pasan por varias manos. La bancarización se aceleró y los medios de pago se multiplicaron, especialmente los contactless, que no requieren ni siquiera la manipulación física de una tarjeta por parte del cajero durante el acto de compra. Búsqueda de mayor valor. Si bien el impacto económico de la pandemia es muy desigual, la mayoría de los hogares vieron reducido, en alguna medida, su poder adquisitivo. Las ofertas y promociones son percibidas como herramientas necesarias para mantener los niveles de consumo previos, incluso en los barrios o zonas de mayor poder adquisitivo.

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