Desde 2010, el primer sábado de septiembre tiene lugar una celebración singular: el Día Mundial de la Barba, creado con el objetivo de promover y jerarquizar el hábito de dejar crecer el vello facial.
Si bien surgió en Australia –desde donde se expandió al resto del mundo- El Día Mundial de la Barba se basa en antiguas tradiciones vikingas del año 800 de nuestra era. El ritual indica que, en esa fecha, que este año cae el 5 de septiembre, los barbudos quedan exentos de colaborar en las tareas domésticas, como premio por el trabajo cotidiano que implica mantener una barba prolija. Porque no se trata solo de dejar de afeitarse. Lucir un look visualmente estético requiere varios cuidados. Además de productos específicos para cortar y perfilar la barba con precisión, que muchas farmacias ofrecen dentro de la categoría Electro. Septiembre puede ser un buen mes para promover estos artículos a través de una buena exhibición, acompañada por cartelería alusiva a la fecha y el despliegue de información sobre el tema en las redes sociales. También es útil brindar algunos consejos acerca del uso de tales productos que deriven en una mayor satisfacción de los clientes, especialmente de los usuarios primerizos, ya que, si bien utilizar una máquina cortabarba es sencillo, requiere algunas precauciones:■ Las máquinas se usan en seco. Cuando el vello facial se moja, absorbe agua y se estira. Si se corta mojado, cuando se seque quedará mucho más corto de lo que uno calculó. ■ Siempre conviene familiarizarse con las instrucciones del fabricante y con todos los accesorios antes del primer uso. ■ Lo mejor es regular el peine guía con el número más alto e ir bajando a medida que uno tome confianza. Es preferible cortar menos e ir avanzando gradualmente ante que cortar de más. ■ Los pelos tienen que estar libres de nudos y deben ser desenredados previamente. El peine de la cortabarbas sirve como guía de corte, pero no desenreda. ■ La máquina se debe usar en dirección contraria al crecimiento natural del vello, y sin arrastrarla por la piel. Hay que avanzar en forma paralela a la superficie, casi sin tocarla
