El 3 de junio se celebra el Día de la Medicina Preventiva, una jornada en la que se promueven todas las prácticas encaminadas a evitar complicaciones de salud en el mediano y largo plazo. Además del coronavirus, la gripe debería ocupar esta temporada un lugar destacado entre los mensajes preventivos que brinden las farmacias.
Desde la segunda mitad del siglo pasado, la aplicación de prácticas sanitarias preventivas en el ámbito de la medicina tuvo un gran impacto. La mortalidad por accidentes cerebrovasculares disminuyó más de un 50% debido a la detección y el tratamiento más temprano de la hipertensión arterial. En las mujeres, la generalización del Papanicolaou como forma de detección precoz a partir de 1950 redujo la mortalidad por cáncer de cuello uterino en un 73%. Y lo mismo ocurrió con muchas otras enfermedades.
La prevención no se limita a los médicos. El 3 de junio, Día de la Medicina Preventiva, representa una invitación, para todos los profesionales de la salud, a reflexionar sobre su rol y su aporte en este tema. Los farmacéuticos tienen una oportunidad inigualable de contribuir a la prevención, ya que en muchos lugares son los primeros a los que la población consulta. Además, por su trato cotidiano con muchos pacientes, están en una situación que les permite identificar estilos de vida poco saludables.
Como es lógico, en todo el foco de atención hoy está puesto en la prevención del coronavirus. Por eso, no es la intención mencionar aquí las medidas que la farmacia puede comunicar al respecto, ya que son de público conocimiento. Aun así, dejamos a disposición este kit de comunicación sin cargo que pueden descargar e implementar en el salón de la farmacia (DESCARGAR KIT). A partir de aquí, resaltaremos la importancia de prevenir la gripe.
Ante todo, cabe destacar que esta enfermedad –a diferencia de los resfriados o estados congestivos- no debe ser tomada a la ligera. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en 2019 hubo 33.000 muertes en nuestro país causadas por gripe y neumonía. Además, los síntomas gripales pueden confundirse con los de Covid-19, con lo cual la prevención puede contribuir a evitar la saturación de consultas en el sistema sanitario.
La primera recomendación, y probablemente la más importante, es la inmunización. En nuestro artículo de abril sobre SALUD (ver aquí), se explica toda la información básica y se dilucidan algunos mitos vinculados con la vacunación antigripal:
Más allá de eso, desde la farmacia se pueden difundir las siguientes medidas de prevención, muchas de las cuales forman ya parte de la vida cotidiana porque se emplean también para evitar la propagación del Covid-19:
• Desinfectar con lavandina diluida o soluciones en base a alcohol las superficies y los objetos que se tocan con frecuencia, como los grifos de agua, perillas de puertas, juguetes, teléfonos, teclados de computadora e interruptores de la luz.
• Evitar, siempre que se pueda, el contacto directo con las personas que padezcan gripe, que deberían permanecer en sus hogares lo más aisladas posible del resto de las personas.
• Ventilar a diario la casa.
• No compartir vasos, servilletas ni ningún objeto personal.
• Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón –o al menos con alcohol en gel- después de toser, estornudar o sonarse la nariz.
• Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar.
• Llevar un estilo de vida saludable para fortalecer el sistema inmunitario. Eso implica mejorar la cantidad y calidad del sueño, hacer ejercicio frecuente y reducir el estrés.
• Llevar una dieta saludable, que aporte las vitaminas y oligoelementos que ayudan al sistema inmunitario (el cual se ve debilitado, dicho sea de paso, por el consumo de tabaco y el exceso de alcohol).
• Beber mucha agua.