Los principales analistas anticipan para 2020 una nueva caída de las ventas en farmacias, pero mucho más más leve que la del año pasado. De cualquier manera, eso dependerá de la evolución de distintas variables. Por Daniel Vardé, Gerente General de Droguería del Sud.
Comenzó 2020, año que coincide con el inicio de una nueva gestión presidencial. Al cierre de esta edición, los primeros anuncios hechos por Alberto Fernández tras su asunción arrojaron algo de luz sobre el rumbo que adoptará la economía, si bien todavía persistían ciertas incógnitas.
Las primeras medidas, que ya habían sido anticipadas (como el congelamiento por seis meses de las tarifas de luz, gas y combustible, y aumentos para empleados públicos y jubilados) contribuirán inicialmente a mejorar el poder adquisitivo, un primer paso indispensable si se tiene en cuenta que durante 2019 el consumo masivo cayó casi 13%.
Nadie espera soluciones mágicas. Se estima para 2020 una inflación cercana a 40% y una baja de las ventas, aunque mucho menor a la experimentada el año pasado.
Todas las expectativas están puestas en 2021, año en el que se podrían manifestar los primeros signos de reactivación. Más allá de la economía, nuestro sector espera algunas definiciones específicas, como la política en relación a los precios de los medicamentos. Horas después de haber prestado juramente, el flamante Ministro de Salud, Ginés González García, solicitó a los laboratorios retrotraer los precios de los medicamentos al 1° de octubre pasado y congelarlos hasta el 31 de marzo.
No quedó claro si fue una medida aislada, motivada por la urgencia del momento, o si la intención es regresar a un sistema de precios controlados, el cual podría comprometer aún más la rentabilidad de las farmacias, que de por sí, dista de ser ideal.
La venta de medicamentos recetados cayó durante 2019 cerca de 4%, según los últimos datos de IQVIA. Pero el reflejo más preocupante de la recesión fueron los OTC, que disminuyeron sus ventas en unidades en más de 11%. Incluso las ventas en farmacias de productos de belleza, higiene y cuidado personal tuvieron una baja de 7,7%.
Todo esto implicó un constante esfuerzo a todos los eslabones de la cadena de medicamentos, incluyendo las farmacias, para adaptarnos a la realidad imperante y ser cada vez más eficientes.
En nuestro caso, continuaremos adelante con la política de generar más y mejores negocios para nuestros clientes de todo el país y de contribuir a su formación y actualización a través de iniciativas como Aliadas y encuentros como Expo Esencia. Además, seguiremos impulsando el comercio electrónico –un canal que, pese a la crisis, creció en ventas durante 2019– a través de GPSfarma y BonusPharma.
Sabemos que en cada farmacia hay personas que confían en nosotros para transitar cotidianamente el camino que eligieron para su desarrollo profesional. Un camino que a veces brinda satisfacciones pero que en ocasiones requiere una gran convicción y fuerza de voluntad.
Les agradecemos a todos su confianza y les reiteramos nuestro compromiso de seguir apoyándolos.