Cerca de tres millones de argentinos padecen diabetes, y un millón y medio podrían tener la enfermedad sin saberlo. El asesoramiento del farmacéutico puede contribuir a la detección y también a la prevención.
La diabetes es una enfermedad crónica que surge cuando el cuerpo es incapaz de producir o de usar adecuadamente la insulina para nivelar el azúcar en sangre.
En Argentina, según datos del Ministerio de Salud, se calcula que uno de cada diez habitantes padece diabetes. Es decir que son casi tres millones de personas mayores de 18 años. Y no es un caso aislado. Se estima que a nivel global hay 400 millones de pacientes detectados. Si la enfermedad sigue avanzando a ese ritmo, dentro de 20 años habrá casi 600 millones de afectados.
Un dato aún más preocupante es que, a veces, la diabetes puede afectar a una persona durante mucho tiempo sin ser detectada. Se estima que en Argentina hay un millón y medio de diabéticos que no saben que lo son. Eso hace que cuando la persona efectivamente es diagnosticada, su situación de salud se encuentra mucho más comprometida.
El 14 de noviembre es el Día Internacional de la Diabetes, fecha que fue incorporada oficialmente el año 2006 por la Organización de las Naciones Unidas. Noviembre es, por lo tanto, el mes ideal para reflexionar sobre esta problemática y sobre cómo el trabajo mancomunado de todos los profesionales de la salud puede contribuir a contrarrestarla.
Un rol clave
El farmacéutico puede cumplir un rol destacado en el acompañamiento del paciente y en la posibilidad de motivarlo para que realice cambios en su estilo de vida. La asistencia farmacéutica puede consistir también en brindar información sobre el tratamiento farmacológico, detectar interacciones potencialmente negativas entre los medicamentos que toma el paciente y revelar efectos secundarios.
El farmacéutico también tiene un papel destacado en la educación diabetológica que puede ayudar a resolver dudas o aportar conocimientos a quienes padecen este mal. Y puede ser, en algunos casos, el primero al que el paciente le refiera síntomas de su enfermedad que pueden llevar al diagnóstico. Entre los principales síntomas de los diabéticos, figuran:
■ Necesidad de orinar con frecuencia.
■ Incremento inusual de la sed.
■ Hambre en un nivel excesivo.
■ Fatiga e irritabilidad sin motivo aparente.
■ Adormecimiento de las manos y los pies.
■ Visión borrosa.
■ Infecciones frecuentes de la piel, vejiga o encías.
■ Lesiones que no cicatrizan.
■ Fatiga extrema inexplicable.
Consejos preventivos
• Controlar el propio peso. El sobrepeso es un factor importante en el desarrollo de la diabetes.
• Reducir el consumo de calorías. Conviene minimizar la ingesta de alimentos altos en grasas y azúcar, gaseosas y alcohol.
• No fumar. Integrar algún tipo de ejercicio físico de intensidad moderada a la rutina cotidiana.
• Aprender a relajarse y controlar la tensión emocional.