Pantallas que permiten interactuar con los productos, sistemas de consulta farmacéutica no verbal y robots que preparan pedidos en quince segundos están transformando al sector farmacéutico.
La constante evolución de la tecnología plantea a un interrogante: ¿cómo serán las farmacias del futuro? Por lo pronto, algo está claro: el asesoramiento sanitario es y seguirá siendo la tarea principal del farmacéutico y sus auxiliares. Las nuevas soluciones digitales y automatizadas que van surgiendo buscan, precisamente, liberar al profesional de ciertas funciones rutinarias para que se pueda concentrar en su labor específica, en beneficio de los pacientes.
A continuación se comenta como impactan en algunos sectores de la farmacia avances tecnológicos que hasta no hace mucho parecían ciencia-ficción, pero que ya son una realidad.
• Vidriera. Las grandes pantallas ganan terreno, y se estima que en el futuro reemplazarán a la exposición física de productos. Eso evita la tarea de armado y desarmado manual, y gracias a sus imágenes en movimiento, hace que la gente se detenga a mirar, se interese e ingrese a la farmacia para conocer mejor los productos promocionados.
• Mostrador. Para facilitar la atención a pacientes con discapacidad auditiva o del habla o tratar con turistas que no hablan el idioma, se están desarrollando sistemas de consulta farmacéutica no verbales. Se trata de pantallas táctiles con dibujos y fotografías en las cuales el paciente puede indicar con total facilidad algunos datos básicos (como la edad), la zona de afección y el nivel de gravedad del problema. Eso permite al farmacéutico recomendar algún medicamento de venta libre o bien derivar al paciente a una consulta médica.
• Salón de ventas. Las pantallas táctiles permiten obtener más información sobre una gran cantidad de ítems desde cualquier lugar del local. El cliente puede saber más sobre los ingredientes, beneficios, forma de uso y potenciales contraindicaciones de los productos. También se puede consultar el stock.
Trastienda robotizada
Los robots preparadores de pedidos están revolucionando la atención farmacéutica. Su funcionamiento es simple: el empleado solicita en la computadora del mostrador todos los medicamentos que le pide el cliente, e inmediatamente un robot instalado en el depósito los hace llegar hasta el área de atención a través de un sistema de toboganes y cintas transportadoras.
El proceso demora cerca de 15 segundos y permite trabajar con un stock de más de 1.500 productos distintos. El robot escanea la fecha de vencimiento de cada envase, con lo cual dispensa primero las unidades con fecha de vencimiento más cercana.
Los servicios interactivos están comenzando a ser cada vez más comunes en farmacias de distintos países del mundo. Además de mejorar la experiencia de compra, permiten optimizar el trabajo del personal.