Tras dos décadas de trayectoria en la capital neuquina, la farmacia fundada por Pablo Suriani se mudó a un nuevo establecimiento, con 120 metros cuadrados de salón de ventas y todo lo necesario para brindar la mayor comodidad al público de la zona.
Con 114 años de existencia, Neuquén es la ciudad capital de provincia más joven del país y, además, la más poblada de la Patagonia, con casi 400.000 habitantes. Allí, en julio de 1998, el farmacéutico y licenciado en Ciencias Farmacéuticas Pablo Andrés Suriani –por aquel entonces de 28 años– puso en marcha Farmacia Sury. “Me gradué en la Universidad Nacional de la Plata en 1994, y tras trabajar unos años en una farmacia de Neuquén, decidí independizarme”, comenta el entrevistado.
Comenzó con un pequeño local alquilado. Tras dos décadas de trayectoria, este año la farmacia se trasladó a un edificio más grande, en Buenos Aires 264, a 50 metros de su ubicación original. Eso les permitió contar con un salón de ventas más amplio y moderno, de 120 metros cuadrados, con mayor espacio para la exhibición de cosmética y perfumería. “Estamos en una zona céntrica, con poder adquisitivo intermedio, aunque tenemos clientes de todo tipo”, dice Suriani. Y añade: “Somos clientes de Droguería del Sud desde el primer día. La calidad de atención y de servicio que nos brindan, sumado a su stock, contribuyeron a forjar una relación que ya lleva dos décadas”.
La filosofía de trabajo de Farmacia Sury se basa en tres pilares:
- La atención al cliente. “Esto implica comprenderlo y ayudarlo a que encuentre la solución para sus necesidades”, señala Suriani.
- La capacitación constante de todo el equipo de trabajo.
- La honestidad en el asesoramiento, priorizando la salud y el bienestar de los clientes. “Constantemente buscamos concientizar a quienes se nos acercan sobre los riesgos de la automedicación. A veces cuesta explicar qué es un medicamento y los riesgos y beneficios que conlleva”, explica el entrevistado.
La dirección técnica está a cargo del propio Suriani. El local cuenta con la asistencia de otro farmacéutico, Emanuel Melchior y un equipo de colaboradores.
