Posicionarse como especialista en nutrición puede contribuir a atraer nuevos clientes y fidelizar a los ya existentes. El Día del Nutricionista representa la ocasión ideal para reflexionar sobre estas cuestiones.
Como todos los años, el 11 de agosto se celebra en América Latina el Día del Nutricionista. La fecha conmemora el nacimiento del médico argentino Pedro Escudero, que fue pionero en las cuestiones vinculadas con la alimentación. En los años 30, creó la primera carrera de especialización en nutrición, que actualmente es la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires. Sus lineamientos sirvieron para el desarrollo de planes similares a lo largo del continente.
Esta fecha es ideal para reflexionar sobre el rol del farmacéutico en los temas nutricionales y las oportunidades que esto genera. Dada su cercanía con los pacientes, los farmacéuticos se han convertido en referentes clave en todos los aspectos relacionados con la salud, incluyendo la alimentación. En ese sentido, suelen ser agentes activos de asesoramiento y promoción de hábitos alimenticios saludables entre la población. Y no solamente entre las personas que quieren perder peso, sino entre los pacientes cuyas patologías o circunstancias hacen necesaria una alimentación específica (personas con colesterolemia, mujeres embarazadas, deportistas de alto rendimiento, veganos y demás).
Hay que tener en cuenta que el consejo profesional farmacéutico puede ser clave para prevenir distintas enfermedades cuya prevalencia crece en las grandes zonas urbanas, como la obesidad, la diabetes y determinados tipos de cáncer. La mayor parte de estos problemas están relacionados con la nutrición como consecuencia de una dieta excesiva, desequilibrada o mal planteada.
Especialización
La especialización en nutrición puede ser una importante fuente de fidelización y de atracción de clientes. Para ello, los especialistas del Club de la Farmacia brindan los siguientes consejos:
1. Capacitarse. Existen cursos de especialización y seminarios de nutrición para farmacéuticos. Incluso hay cursos en modalidad de e-learning, que pueden ser útiles para contribuir a capacitar al personal.
2. Brindar asesoramiento. Ofrecer unos minutos de atención personalizada fuera del mostrador, con mayor tiempo para preguntar e indagar sobre hábitos alimentarios y demás, es fundamental.
3. Destinar un espacio destacado a la venta de alimentos o suplementos nutricionales. El posicionamiento que el usuario percibe de la farmacia va en función de los productos que se exhiben. Si apenas se ven los productos vinculados con la nutrición, difícilmente la farmacia puede especializarse en la materia.
4. No preocuparse demasiado por el precio. En este tipo de categorías, los usuarios valoran, fundamentalmente, el consejo profesional. El precio no es una variable crítica. No es necesario entrar en una guerra de precios con los competidores o con otros canales.
5. Elegir más de una marca, pero concentrarse en pocas, al menos inicialmente. Hay que seleccionar muy bien a las empresas de alimentos o suplementos nutricionales. Deben ser marcas que tengan ganada una imagen de calidad y seriedad. Aquí lo importante no es tener una variedad enorme de productos, sino aportar conocimiento y valor al consumidor.
6. Fidelizar. Si se dispone de un espacio apropiado, se pueden organizar charlas sobre nutrición. O comunicar que cierto día en cierto horario, habrá un/a profesional disponible para consultas. También se pueden ofrecer servicios adicionales, como monitoreo del peso, control de glucosa y demás.
