Como parte de una tendencia global, los comercios de todo tipo, incluyendo las farmacias, avanzan en el comercio electrónico para satisfacer a los consumidores modernos de todas las formas posibles.
“La vidriera es la tarjeta de presentación de la farmacia”, explica Plácido Cosentino, director de la consultora de marketing Mercatus & Co. En base a su experiencia, basada en varios años de recorrer y asesorar a farmacias de todo el país, Cosentino brinda las siguientes pautas para contribuir a optimizar la vidriera.
- Debe ser monotemática. Conviene que la vidriera esté dedicada a un único tema. Cuando se mezclan diferentes categorías de productos, se pierde la capacidad de atracción. Hay que definir una temática, que preferiblemente esté alineada con las fechas clave para la farmacia: Día del Padre, Día de la Madre, Día del Niño y demás. Esto es especialmente útil en el interior del país: “En las localidades chicas, la mayor parte de la gente no va a un shopping a comprar ese tipo de regalos, sino que acude a la farmacia”, explica Cosentino.
- Alternar la salud con los demás temas. Si la farmacia tiene dos vidrieras, lo ideal es dedicar una a la regalería vinculada con las fechas clave y la otra a un tema de salud. Mayo, por ejemplo, es el mes de la hipertensión arterial y de la lucha contra el asma. Noviembre es el mes de la diabetes y de la obesidad. En estos casos, lo ideal es promover en la farmacia la aparatología (tensiómetros, balanzas, medidores de glucosa, nebulizadores), las actividades vinculadas que realiza la farmacia (toma de presión arterial, especialización en diabetes, asesoramiento sobre nutrición) y los productos relacionados. En ese sentido, a los diabéticos se les pueden ofrecer desde medias especiales hasta cremas, pasando por shampoos específicamente creados para quienes padecen esa condición. Si la farmacia tiene una sola vidriera, se recomienda alternar la temática entre regalería y salud.
- Cambiar la vidriera regularmente. Lo ideal es que el cambio se produzca cada 15 días. De no ser posible, al menos conviene renovarla una vez al mes. Lo importante es que tenga actividad; que el cliente que pasa por delante vea novedades.
- El interior debe ser visible. Hay quienes optan por poner un fondo a la vidriera, ya sea con muebles o papeles decorativos. “Nosotros sugerimos que no haya ningún fondo y que se pueda ver el interior de la farmacia”, dice Cosentino. “Eso permite ver todos los productos que se ofrecen y no sólo los de la vidriera. Además, se puede ver la actividad del local; una farmacia que tiene clientes, invita a entrar”, añade.
- La limpieza y la prolijidad son fundamentales. La vidriera es la tarjeta de presentación de la farmacia. Por lo tanto, no puede ser un espacio desprolijo o de mal aspecto. Tampoco puede dar imagen de suciedad, o tener moscas o mosquitos. “Una vidriera descuidada no da ganas de entrar”, señala Cosentino.
- Evitar la polución visual. No hay que llenar la vidriera con stickers de tarjetas de crédito, carteles de actividades barriales o enormes listados de obras sociales. Todo lo vinculado con las tarjetas bancarias crédito se puede colocar en la puerta. Lo mismo ocurre con la comunicación de servicios (toma de presión, cobro de servicios, vacunación, carga de SUBE).
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La composición de la vidriera
Debido a su relevancia a la hora de pensar el diseño de una vidriera, es necesario comprender el significado de las líneas de composición que se generan. La especialista Silvia Alfara explica algunos de los efectos que provocan dichas líneas:
- Verticales: distancia, respeto, seriedad, fragilidad, equilibrio y altura.
- Horizontales: estabilidad, seguridad, confianza, descanso y placidez.
- Oblicuas: inestabilidad, dinamismo, acción, juventud y adolescencia.
- Sinuosas: calma, proximidad, feminidad y voluptuosidad.
- Redondeadas: energía y abarrotamiento.
- Quebradas: agresividad, movimiento y lucha.
Alfara explica que si se colocan dos líneas horizontales en paralelo se marcará notablemente este recorrido visual y se aumentará la sensación de camino que tendrá la dirección deseada por medio de líneas convergentes o divergentes. A su vez, si se colocan dos líneas redondeadas realizando espiral, se marcará la lejanía o proximidad según se tracen de derecha a izquierda o viceversa.
También es muy importante la direccionalidad de estas líneas, dado que las mismas evocan distintos significados:
- Descendentes: sensación de limitación, negatividad e introversión.
- Ascendentes: onda expansiva, dinámica y extrovertida.
- Oblicuas descendientes: declive y negatividad.
- Oblicuas ascendientes: fuerza y empuje.