Con cerca de 1.000 piezas que atestiguan la evolución de la farmacia a lo largo de los últimos siglos, este museo ofrece distintas colecciones de interés para los interesados en conocer más sobre la historia de la profesión.
La ciudad española de Granada, en Sevilla, es famosa por sus grandes obras de arquitectura medieval, que datan de la época de la ocupación árabe. Entre ellas, se destaca el conjunto de palacios, jardines y fortalezas conocido como La Alhambra.
Pero más allá de esos extraordinarios sitios turísticos, los viajeros entusiastas de la profesión farmacéutica pueden encontrar en Granada un lugar de particular interés: el Museo de Historia de la Farmacia de la universidad local.
Todo comenzó en los años 60, cuando el catedrático farmacéutico Suñé Arbussá inició la labor de reunir diversas piezas históricas. Con el establecimiento definitivo de la Facultad de Farmacia en el actual Campus Universitario de La Cartuja, en 1989, el museo fue adoptando su estructura actual. Hoy, las piezas que componen la colección del museo rondan el millar, y están clasificadas por categorías.
Uno de los sectores está dedicado a la cerámica farmacéutica. El origen de las piezas de vidrio y cerámica es variado, ya que proceden de diferentes lugares de España, como Manises, Teruel, Paterna o Sevilla. Pero sin dudas, los objetos originarios de Talavera de la Reina son los más atractivos dentro de la colección.
Entre los recipientes cerámicos se destaca una orza (vasija) de grandes proporciones, con la inscripción a mano Theriac Magni, destinada a contener la Triaca Magna, un preparado polifármaco que durante la Edad Media fue considerado casi una panacea universal, hasta que perdió auge en los siglos XVIII y XIX.
Otra área es la dedicada a objetos de ciencia y tecnología farmacéutica. Es una de las que genera más interés, ya que los instrumentos científicos exhibidos conforman el primer eslabón en la elaboración industrial de los medicamentos, y suponen un antes y un después dentro de la historia de la profesión.
Entre los aparatos que se pueden observar, se destaca una colección de hornos Pasteur (utilizados para la esterilización de equipamiento) y una bujía filtrante Chamberland metálica. Se trata de un tipo de artefacto ideado por Luis Pasteur que tuvo un gran auge hasta bien entrado el siglo XX.
También se puede ver un glucómetro de origen alemán, antecedente de los espectrofotómetros; un polarímetro de Laurent (caracterizado por funcionar solo con luz de sodio) y tres muflas (recipientes que durante la cocción protegen al objeto del impacto del fuego directo), entre otros elementos.
Yendo más atrás en el tiempo, resulta interesante la amplia colección de morteros, fabricados con distintos materiales y de las formas más diversas, según cual fuera la sustancia o el propósito al que estuvieron.
Estos instrumentos han sido utilizados desde prácticamente los orígenes del hombre hasta nuestros días para la trituración y pulverización de diferentes compuestos, e incluso se transformaron en un símbolo de la profesión farmacéutica. Merece una mención especial un mortero de madera de 77 centímetros de alto y 30 de diámetro, con su correspondiente pistilo destinado fundamentalmente a triturar compuestos vegetales.
Datos útiles
El museo está ubicado en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada. Su dirección es Campus de Cartuja s.n., 18071. Para el que opte por ir en transporte público, llegan allí las líneas de autobuses urbanos 8, 20 , U y C. Sólo se puede visitar con cita previa. Para ello, se debe escribir a : hfa@cartuja.ugr.es