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Farmacia del Pueblo apuesta a seguir creciendo en Salto

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En marzo, esta tradicional farmacia abrió su primera sucursal, consolidando su presencia en la localidad que la vio nacer hace más de 75 años. Cuenta con un moderno salón de 120 m2 y una importante oferta de dermocosmética, belleza y perfumería.

Si hay apellido que en la localidad bonaerense de Salto se vincula con la salud, es Esperanza. Todo comenzó en 1886, cuando llegó a Argentina Bernardino Esperanza, nacido en la provincia española de Orense y recibido de médico dos años antes. Primero ejerció la medicina en Campana y luego se trasladó a Salto, en una época en la que a esa zona todavía no llegaba el ferrocarril. Estuvo entre los primeros médicos locales y fue uno de los fundadores del hospital de Salto, por lo cual la calle donde el mismo se encuentra ubicado lleva su nombre.

Su hijo, Carlos Alberto Esperanza, también tuvo vocación por la salud, pero la canalizó a través de otra profesión; se recibió de farmacéutico y en 1942 fundó la Farmacia del Pueblo.

El negocio fue continuado luego por su hijo Alberto Bernardino Esperanza.  Pocos años más tarde, su prematura desaparición hizo temer por la continuidad del emprendimiento, dado que sus hijos eran aún niños. Sin embargo, su esposa, Carina, pese a no conocer demasiado del negocio, con un gran esfuerzo logró sacarlo adelante. Durante ese período, contó con el invalorable apoyo de los empleados del local, quienes la acompañaron en todo momento. Hoy, la farmacia sigue estando en manos de los Esperanza. Sus titulares son Carina y sus dos hijos, Luciano y Virginia.

“Nos criamos entre medicamentos; calculo que eso me llevo en parte a seguir en el rubro”, comenta Luciano Esperanza, egresado de la carrera de farmacia en la Universidad de Belgrano, quien hoy está a cargo de la Dirección Técnica, y maneja tanto las compras como las relaciones con los laboratorios. Su hermana y su madre son las encargadas de la dermocosmética y los productos de belleza y regalería. Los tres alternan cotidianamente sus roles específicos con la atención al público.

Primera sucursal

El 12 de marzo de este año, la farmacia dio el gran paso, y abrió otro local (la sucursal Belmartino), en pleno centro de Salto (Buenos Aires y San Martín) y cerca de la casa central (ubicada en Buenos Aires y 9 de julio). Fue la concreción de un sueño de larga data. “Recuerdo que en mis épocas de estudiante, ya pensaba cómo iba a remodelar el local, y tenía en mente abrir sucursales”, comenta Luciano.

La nueva farmacia cuenta con 120 metros cuadrados de salón de ventas, posee un estilo moderno con toques clásicos y despliega en sus góndolas una amplia gama de productos de perfumería -incluyendo opciones importadas de primeras marcas-  cosmética y tocador. Ambas sucursales brindan el asesoramiento de dermoconsejeras especializadas.

Una premisa que se mantiene inalterable es el intento de brindar un servicio de excelencia a los pacientes, lo cual exige tener siempre en stock los medicamentos que los mismos necesitan. Para lograrlo, eligieron los servicios de Droguería del Sud. “Hace tres décadas que somos clientes”, dice Luciano. “Tenemos una excelente relación, y no sólo por la calidad de sus servicios, sino porque en los momentos más difíciles, cuando más los necesitamos, siempre nos apoyaron”.

La capacitación permanente también está en el ADN de esta farmacia, en la que además se pone el énfasis en la actitud de sus colaboradores. “Siempre tomamos gente con ganas de crecer y aprender”, reafirma Luciano.

Las farmacias operan con las principales tarjetas de crédito y débito, trabajan con una gran cantidad de prepagas y obras sociales y poseen gabinetes de vacunación. Funcionan de lunes a viernes de 8 a 12 hs., y de 16 a 20 hs. (la sucursal Belmartino atiende hasta las 20.30 hs.). Los sábados abren de 8 hs. a 12.30 hs.

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