El Día Mundial del Sueño es la ocasión ideal para repasar algunas cuestiones básicas vinculadas con los problemas para dormir que experimenta una parte importante de la población.
En el equinoccio de marzo (que este año cae el martes 20) se lleva a cabo el Día Mundial del Sueño, cuyo objetivo es promover la prevención, la educación y una mejor comprensión sobre los trastornos del sueño, que afectan a la salud y la calidad de vida del 45% de la población. Incluso, se estima que entre un 10% y un 15% de las personas padecen trastornos del sueño en forma crónica. Esto se debe, en parte, a que el intenso ritmo de vida actual genera ansiedades que derivan en estos problemas.
A grandes rasgos, según la Academia Americana de Medicina del Sueño, hay seis trastornos principales del sueño:
- Insomnio.
- Trastornos respiratorios (ronquidos, apneas y asfixias).
- Hipersomnias (dormirse durante el día).
- Alteraciones de los ritmos cicardianos (el mejor ejemplo es el jet lag, que ocurre cuando se atraviesan en avión husos horarios).
- Parasomnias (sonambulismo, terrores nocturnos y pesadillas).
- Movimientos anormales durante el sueño (calambres, bruxismo y síndrome de piernas inquietas, entre otros).
Cómo actuar ante una consulta
Más allá de sugerir el uso de algún medicamento de venta libre (como los que incluyen melatonina), el farmacéutico puede recomendar una consulta con un médico si los síntomas descriptos se prolongan durante más de uno o dos meses y también brindar algunos consejos de aplicación práctica que pueden contribuir a disminuir los trastornos.
Es importante destacar que los trastornos del sueño no sólo son una incomodidad. Las personas con un sueño profundo y sin interrupciones experimentan tasas más bajas de hipertensión arterial, diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas.
La Sociedad Española del Sueño brinda las siguientes diez pautas para intentar corregir primero los trastornos del sueño por vía natural:
- Establecer un horario regular de acostarse y levantarse.
- Cuando se duermen siestas, las mismas no deben durar más de 45 minutos.
- Hay que evitar tomar alcohol y fumar cuatro horas antes de acostarse.
- Hay que evitar tomar cafeína seis horas antes de acostarse. Ello incluye café, té, bebidas colas y chocolate.
- Conviene evitar las comidas picantes, pesadas o con mucho azúcar cuatro horas antes de acostarse.
- Es fundamental hacer ejercicio físico en forma regular, pero nunca justo antes de acostarse. Hay que dejar pasar al menos un par de horas antes de dormir.
- Es importante dormir en una cama confortable. Quienes tengan problemas de acidez, para dormir mejor pueden inclinar la cama, poniendo tacones de madera o de otro material en las patas de la zona del respaldo.
- Conviene utilizar una temperatura adecuada para dormir. El calor o el aire acondicionado fuerte pueden ser perjudiciales.
- Hay que eliminar al máximo el ruido y la luz de la habitación.
- El dormitorio debe ser sólo para el sueño o la actividad sexual. No hay que utilizar esa habitación como espacio de trabajo o como sala de recreo.