
Desde la misma esquina en Rafaela, hace más de 100 años funciona una farmacia. Y desde hace 65, esa esquina lleva un nombre que se volvió sinónimo de confianza: Farmacia Longoni.
María Belén Chianalino, nieta del fundador y directora de la farmacia, recuerda con emoción los inicios de este proyecto familiar:

“El 29 de agosto de 1960 la farmacia comenzó a llamarse Longoni. Mis abuelos, Raúl Bautista Longoni y María Ángela De La Fuente, fueron quienes abrieron este espacio de tradición y confianza, y desde entonces seguimos su legado con mucho orgullo”.
Ambos farmacéuticos se conocieron mientras estudiaban en Córdoba y comenzaron a construir su camino profesional y familiar de manera conjunta. La historia que los llevó a Rafaela nació, como tantas otras, de un gesto de amistad:
“Cuando mi abuelo se recibió, compró una farmacia en Santa Clara de la Buena Vista. Al tiempo, un amigo suyo —Rubén Antonio Perotti, con quien había estudiado— le avisó que se vendía una farmacia en la esquina de la suya, en la misma cuadra, y le propuso venirse a Rafaela. Ese acto de generosidad fue el puntapié para esta historia que aún hoy seguimos escribiendo”.
Un legado familiar que sigue creciendo
Hoy, Farmacia Longoni está bajo la dirección técnica de María Belén, quien asumió ese rol en 2012. Antes, la dirección había pasado a manos de su abuela en 1998, tras el fallecimiento de su abuelo. Actualmente, también integran el equipo su mamá, Alicia Belén Longoni, y su hermano, Juan Matías Chianalino.
“Somos una farmacia familiar y estoy muy orgullosa de continuar este legado. Tuve la fortuna de trabajar codo a codo con mi abuela -desde que me recibí en 2009- quien me enseñó todo sobre el ejercicio de la profesión y el valor de la confianza de cada paciente. Mis abuelos siempre fueron mi ejemplo a seguir”.
A lo largo de su historia, la farmacia ha evolucionado con el tiempo, pero sin perder su esencia. En épocas pasadas, contaban con vacunatorio y realizaban preparaciones magistrales. Hoy, siguen apostando por la calidad y el compromiso con la comunidad:

“Estamos muy comprometidos con la atención de nuestros pacientes, con una atención cercana, de calidad y con capacitación continua”.
Trabajo en equipo y compromiso cotidiano
Desde sus orígenes, la farmacia ha funcionado como un espacio donde la vocación, el esfuerzo y la dedicación se transmiten de generación en generación. El liderazgo dentro del equipo siempre estuvo marcado por el acompañamiento, la escucha y el compromiso compartido.

“En su momento, mi mamá y su hermano –Raúl Nicolás Longoni- también trabajaron juntos en la farmacia, y hoy seguimos ese mismo espíritu. Nos apoyamos, cada uno con sus roles, aportando desde su lugar. Lo vivimos como un proyecto de vida y familia”.
Un vínculo que se mantiene en el tiempo
La relación con Droguería del Sud también forma parte de esta historia:
“Mis abuelos ya compraban en Droguería del Sud, y hoy el 80% de nuestras compras las hacemos a través de la droguería. Es una relación de confianza que se mantiene desde siempre”.
En este año en que Farmacia Longoni celebra sus 65 años con ese nombre, y Droguería del Sud conmemora su 75º aniversario, Belén comparte un deseo con profundo sentido:
“Deseamos que esta tradición siga sumando años de historia en la familia, con los mismos valores que nos enseñaron mis abuelos”.