La prediabetes es una advertencia temprana: los niveles de glucosa en sangre están por encima de lo normal, pero no lo suficientemente elevados como para diagnosticar diabetes tipo 2.
Lo preocupante es que no suele presentar síntomas. Según la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), millones de personas mayores de 20 años tienen prediabetes, pero el 90 % no son conscientes de su condición. La detección a tiempo es clave para evitar que avance y cause complicaciones.
¿Quiénes están en riesgo?
Existen varios factores de riesgo asociados a la prediabetes. Según Mayo Clinic, tienen mayor probabilidad de desarrollarla quienes presentan sobrepeso, llevan una vida sedentaria, tienen presión arterial alta, colesterol HDL bajo o triglicéridos elevados. También influye la edad (el riesgo crece a partir de los 45 años), los antecedentes familiares de diabetes tipo 2, la presencia de diabetes gestacional o el síndrome de ovario poliquístico.
La buena noticia es que diversos estudios señalan que la prediabetes puede revertirse con cambios en el estilo de vida. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Diabetes Spectrum, de la American Diabetes Association (ADA), una reducción moderada del peso corporal y al menos 150 minutos de actividad física semanal disminuyen significativamente el riesgo de progresión a diabetes tipo 2.
El rol estratégico del farmacéutico
La prediabetes se ha relacionado con daños a largo plazo, entre otros, en el corazón, los vasos sanguíneos y los riñones, incluso si no ha progresado a la diabetes tipo 2, sostiene Mayo Clinic. La prediabetes también se asocia con ataques cardíacos no reconocidos (asintomáticos).
En este contexto, la FIP, en su manual Prevención, detección y gestión de la diabetes, señala que los farmacéuticos pueden:
- Promover estilos de vida saludables entre sus pacientes con prediabetes y diabetes.
- Identificar posibles factores de riesgo y, en caso de detectar niveles elevados de glucosa, derivar al médico o centro de salud correspondiente.
- Colaborar con los equipos médicos en el seguimiento de pacientes con diabetes.
- Brindar acompañamiento para mejorar la calidad de vida y los resultados del tratamiento.
“Los farmacéuticos, por su accesibilidad y formación clínica, están en una posición ideal para detectar factores de riesgo, educar a la población y participar en programas de prevención”, sostiene el estudio publicado en Diabetes Spectrum.