Salud

Nutrición: una oportunidad a capitalizar

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La pandemia acentuó la necesidad de adoptar hábitos de vida más sanos, lo que incluye una adecuada nutrición. La farmacia tiene mucho para ofrecer al respecto.

El 11 de agosto se celebra en toda América Latina el Día del Nutricionista. Una fecha vinculada con nuestro país, ya que se conmemora el nacimiento del médico argentino Pedro Escudero, quien en 1937 creó la Cátedra de Clínica de la Nutrición en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. Cinco años más tarde, puso en marcha la Asociación Argentina de Nutrición y Dietología. Sus investigaciones modificaron varios paradigmas existentes hasta el momento, a tal punto que hoy se lo considera el fundador del nutricionismo en la región.

Un problema que crece

La mala nutrición hoy es responsable de una de cada cinco muertes en el mundo. A diferencia de la desnutrición (signada por la falta de acceso a las calorías mínimas necesarias) la mala nutrición se refiere a una ingesta desbalanceada, que deriva en obesidad, colesterolemia, enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes de tipo 2.

Por su cercanía con la gente, el farmacéutico puede cumplir un rol importante en la prevención de este problema, al promover hábitos de vida saludables y detectar indicios de mala nutrición. 

Cuatro principios básicos

A la hora de asesorar, conviene recordar los cuatro pilares de la buena nutrición enunciados por el doctor Pedro Escudero:

1. Calidad. Ingerir alimentos de alto valor nutricional. Los mejores hidratos de carbono se encuentran en los cereales integrales y las hortalizas. Las proteínas de mayor calidad biológica vienen con el pescado, los huevos y los lácteos. En materia de grasas, las mejores son las que brindan las semillas oleaginosas y los frutos secos.
2. Cantidad. Comer lo suficiente según las características de cada persona; ni más ni menos. La insuficiencia y el exceso son dos problemas serios.
3. Armonía.  Una nutrición sana debería tener entre 50% y 60% de carbohidratos; entre 10 y 20% de proteínas y no más de un 30% de grasas. Las dietas que no respetan esa condición probablemente sean deficientes.
4. Adecuación. Se trata de buscar una alimentación adecuada al organismo según sus características personales y las condiciones especiales que la persona debe enfrentar.

Una oportunidad

Más allá del asesoramiento, la farmacia tiene a su disposición una amplia gama de productos pensados para contrarrestar déficits nutricionales, o complementar dietas que requieren ciertos nutrientes específicos.

Para promover ese tipo de productos –cuya libre exhibición en góndolas está permitida- lo ideal, si el formato de la farmacia lo permite, es crear un Espacio Saludable que integre las distintas categorías vinculadas a este tema. Ellas son:

■ Suplementos dietarios. Abarca todos los productos pensados para suplementar con determinados nutrientes la dieta cotidiana de personas sanas que, por distintos motivos, tienen requerimientos especiales. Según datos de Trade Marketing de Droguería del Sud, esos productos son los que representan la mayor parte de la facturación de los Espacios Saludables.

■ Alimentos saludables. Son alimentos envasados destinados a satisfacer necesidades particulares de nutrición y alimentación de determinados grupos poblacionales con patologías asociadas a la alimentación, como celiaquía, diabetes, colesterolemia o intolerencias a ciertos ingredientes.

■ Nutrición deportiva. Incluye todo lo necesario para complementar las dietas de quienes hacen actividad física con cierta intensidad. Abarca desde barras de proteínas hasta productos con creatina y quemadores de grasas.

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