Prevención

Cinco mitos sobre la protección solar

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Si bien el conocimiento en materia de protección solar es cada vez mayor, todavía persisten algunas ideas equivocadas. Un buen asesoramiento debe ayudar a desterrarlas.

En la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), brindan respuestas precisas ante ciertos mitos vinculados con la protección solar: 1. Si ya tengo la piel bronceada, no necesito protector solar. Aunque el color de la piel brinda algún grado de protección, el mismo es insuficiente para evitar el daño de las radiaciones solares. Hay que recordar que el objetivo de la protección no es solo evitar quemaduras; básicamente, se trata de prevenir el cáncer de piel. 2. Mientras use protección, puedo tomar sol todo el tiempo que quiera. Los protectores solo filtran un porcentaje de las radiaciones. Por eso, lo ideal es evitar la exposición al sol de manera directa y prolongada durante mucho tiempo, especialmente entre las 10 y las 16 hs. 3. Los días nublados no hay que preocuparse. Los rayos UV atraviesan las nubes. Según la densidad de las mismas, entre el 50% y el 85% de la radiación ultravioleta llega a la superficie. Por ende, si está nublado, hay que protegerse igual. 4. Bajo una sombrilla, toldo o árbol, no hace falta protegerse. No es tan fácil escapar de las radiaciones; las sombrillas de tela común las dejan pasar en un alto porcentaje. La sombra perfecta difícilmente existe. En todos lados hay superficies refractarias (entre ellas, el agua y la arena) que actúan como espejos de los rayos solares. 5. El bronceado es saludable. El bronceado es siempre una respuesta defensiva de la piel ante la agresión que representa la exposición solar. Por ende, nunca es saludable. La idea de buscar el bronceado como objetivo, es siempre perjudicial.

Conclusión

Todo lo señalado no significa que el sol esté “prohibido”. En la SAD concluyen que se puede tener una cuota de sol sin perjuicios utilizando un buen protector, exponiéndose dentro de horarios razonables e hidratando luego la dermis con productos postsolares.

El método ABCDE

¿Cómo saber cuándo un aparente lunar es en realidad un melanoma, y requiere ser controlado por un dermatólogo? Ante esa consulta, el farmacéutico puede recomendar el método de autochequeo conocido como ABCDE:

Lunar Melanoma
Asimetría Es bastante redondo y simétrico. Tiene forma asimétrica.
Bordes Son regulares y simétricos. Sus bordes son irregulares y desiguales.
Color Homogéneo. No homogéneo; va del marrón claro al negro.
Diámetro Pequeño (menos de 6 milímetros). Grande (más de 6 milímetros).
Evolución Es más estable. Cambia de tamaño, color o espesor.

Fuente: www.euromelanoma.org. Material proporcionado por La Roche-Posay.

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