El 80% de los hogares argentinos compran productos capilares, y casi el 50% de las ventas son generadas por farmacias y perfumerías. Pautas para potenciar la categoría.
Se acerca el otoño, una estación en la cual la humedad, el frío y la falta de sol pueden volver al cabello opaco, sin volumen y con poco brillo, además de favorecer su quiebre y caída. También ocurre que, a partir de los primeros fríos, se acentúan las consultas vinculadas con la caída del cabello.
Como parte de su proceso natural, el pelo se renueva con mayor intensidad en las estaciones frías. Estas situaciones crean la ocasión ideal para promover las ventas de tratamientos extra. En otoño e invierno, el cuidado del cabello debe ser tan riguroso como el cuidado de la piel, lo que implica seguir una rutina que incluya distintos productos.
- Shampoo. Además de sugerir la opción más adecuada para cada tipo de cabello, es importante difundir el uso del shampoo en seco, ya que resulta ideal para salir del apuro en distintas situaciones. Aunque hay que aclarar que no se recomienda su uso diario como remplazo del shampoo común.
- Acondicionador y mascarilla. Ambos productos se pueden combinar perfectamente. La mascarilla se puede usar una vez a la semana (o en momentos puntuales, según la necesidad) y el acondicionador, el resto de los días.
- ¿Sérum o aceite capilar? Aunque la textura es parecida, tienen diferentes objetivos. El sérum es un producto de styling, que se usa para dar al cabello más brillo, protegerlo del frizz y suavizarlo. El aceite, en cambio, es un producto de cuidado. Aporta nutrición e hidratación extra a los cabellos más secos, estropeados o coloreados. Se puede alternar entre ambos según los requerimientos de cada persona.
- Protectores del calor. No se deberían usar secadores ni planchitas sin aplicar antes un producto que proteja al cabello de las altas temperaturas. El protector evita que el pelo se deshidrate y se rompa.
- Cremas de peinado, espumas y otros productos. Los pelos enrulados requieren espuma o un spray para definir los rizos. Si el pelo se encrespa mucho, conviene usar un producto anti-frizz. Las mujeres de cabello recogido que tienen pelo fino, pueden acudir a una laca para que el peinado dure intacto más tiempo.
CONOCÉ MÁS
Caída del cabello: una oportunidad latente
La caída del cabello (alopecia) es una preocupación para el 64% de la población mundial. Con la llega del frío, se acentúan las consultas vinculadas con este tema, y aumenta la demanda de productos específicos. ¿La razón? El cabello, dentro de su proceso natural, se renueva con mayor intensidad en esta época, lo que incrementa su caída, hecho que a muchas personas les genera cierta inquietud.
El otoño y el invierno son momentos clave para impulsar, a través de la recomendación, la adopción de tratamientos fortalecedores. Según datos proporcionados por P&G, en Argentina esa sub-categoría está poco desarrollada: representa sólo el 11% del mercado, mientras que en Latinoamérica da cuenta del 23% de las ventas del cuidado del cabello.
Esta época del año es ideal para generar ventas cruzadas. Lo primero que hay que preguntar a quienes consultan por la caída del pelo es si sufren caspa. La caspa no tratada conduce a un cuero cabelludo poco saludable, y éste produce un cabello malsano, que es más débil y susceptible al quiebre y la caída. En esos casos, el tratamiento fortalecedor se puede acompañar también con productos anti-caspa.
Es importante aclarar siempre que las planchas y las tinturas no causan alopecia. Se trata de un mito que hay desterrar. Si bien es cierto que con esos tratamientos el cabello sufre cierto desgaste, los folículos pilosos dentro del cuero cabelludo no se ven afectados en lo más mínimo.