Categoría: marketing
En un mundo cada vez más conectado, WhatsApp se ha convertido en una herramienta poderosa para fortalecer el vínculo entre la farmacia y sus pacientes. Pero como todo canal de comunicación, requiere de ciertas reglas para ser efectivo y no invasivo.
¿Por qué implementarlo?
WhatsApp permite una comunicación directa, rápida y personalizada. Es el canal que los clientes ya usan. Bien implementado, puede ser útil para:
- Confirmar reservas o disponibilidad de medicamentos.
- Recordar turnos para vacunación o servicios en la farmacia.
- Difundir promociones o lanzamientos.
- Brindar atención al cliente y responder consultas frecuentes.
Los “NO”: errores comunes para evitar
Antes de comenzar, es clave tener en cuenta qué acciones evitar, para proteger la reputación de la farmacia:
- No enviar mensajes sin consentimiento: los usuarios deben dar su aprobación para recibir comunicaciones, especialmente porque se trata del delicado rubro de la salud.
- No saturar con mensajes: WhatsApp no es un newsletter diario. El exceso puede resultar invasivo.
- No usar lenguaje automatizado sin supervisión: los bots pueden ayudar, pero deben estar bien configurados.
- No compartir información sensible sin garantías de privacidad.
- No permitir respuestas abiertas en grupos: en caso de usar grupos (lo cual no es lo más recomendado), configurá el canal para que solo administradores puedan enviar mensajes.
Los “SÍ”: buenas prácticas para incorporar
- Crear una lista de difusión con consentimiento. Armar una base de datos de pacientes interesados en recibir novedades o recordatorios es el primer paso. Siempre con autorización explícita.
- Usar WhatsApp Business. Esta versión permite configurar mensajes automáticos de bienvenida, etiquetas para organizar contactos y respuestas rápidas a consultas frecuentes. Además, es posible programar mensajes automáticos fuera del horario y definir horarios de atención. Es ideal para responder a preguntas como: “¿Están abiertos hoy?”.
- Lenguaje claro y breve. La gente “escanea” los mensajes. Un texto breve, con emojis y un llamado a la acción claro, suele funcionar mejor. Ejemplo:
💉¡Tu vacuna antigripal ya está disponible!👉 Reservala respondiendo a este mensaje o llamando al…
- Mantener un tono cercano, pero profesional. El WhatsApp, aunque es un canal “informal”, representa a un establecimiento de salud. El lenguaje debe ser amable, correcto y confiable.
- Segmentar los mensajes. No todos los pacientes tendrán los mismos intereses. Agruparlos por necesidades (diabéticos, mamás, adultos mayores, etc.) mejora la relevancia del contenido.
Algunos ejemplos reales de uso en farmacias
- Recordatorios de medicación crónica: “Hola Marta, recordamos que esta semana vence tu receta de (medicamento). ¿Querés que preparemos tu próxima caja?”.
- Promociones de temporada: “¡Promo verano! 3×2 en protectores solares hasta el sábado!”.
- Gestión de turnos: “Confirmamos tu turno para vacunación el jueves 10 a las 10:30 h”.
Con respeto, empatía y estrategia, WhatsApp puede transformarse en un canal clave para fidelizar clientes y mejorar el servicio.