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Un apellido que deja huella: 40 años de Bafarma (Farmacia Bosque Alvarez) 

BAfarma cumplió 40 años, cuatro décadas en las que este emprendimiento familiar, situado en el centro de Córdoba capital, supo afianzarse, atravesar crisis, transformarse y crecer sin perder lo esencial: su identidad y el orgullo de llevar el apellido como legado. 

“Cada vez que alguien nombra la farmacia, también nombra nuestro apellido. Y eso hay que cuidarlo, porque es nuestro legado”, dice Marcos Bosque, actual gerente de BAfarma y contador público. Esa frase resume el espíritu de la farmacia, un proyecto que nació en 1985 de la mano de su padre, Rodolfo Pablo Bosque, farmacéutico, y su madre, Gabriela Alejandra Prado.  

Hoy toda la familia está involucrada en BAfarma. Marcos se ocupa de la gestión general, mientras que su hermano Federico, licenciado en Administración, está al frente del e-commerce y el desarrollo digital. También su hermana Erika trabajó en la farmacia durante algunos años. El proyecto se sostiene con una mezcla de historia, calidez y visión de futuro. 

Todo empezó cuando Pablo, farmacéutico recién recibido, y Gabriela, fonoaudióloga de profesión, decidieron comprar una pequeña farmacia ubicada en avenida Maipú, en pleno centro de Córdoba. “Nos casamos muy jóvenes y buscábamos una farmacia en la que pudiéramos crecer. No sabíamos ni lo que era un negocio, pero yo vengo de familia armenia y Pablo, de familia de comerciantes: la garra la teníamos”, cuenta Gabriela. Con un solo empleado y un cadete, sumaron esfuerzo, se capacitaron y poco a poco hicieron crecer el negocio. 

Hoy, entre la farmacia y el laboratorio de fórmulas magistrales y homeopáticas, trabajan 25 personas. 

El diferencial 

Desde sus comienzos, BAfarma supo encontrar su diferencial. “Nosotros nos afianzamos haciendo descuentos”, dice Pablo. También se destacaron por tener siempre stock. “La gente sabe que acá va a encontrar lo que busca. Aunque algunos productos no los consigo con mucho descuento, yo los traigo igual”, agrega. 

La velocidad también fue, desde el inicio, una prioridad. En un centro cordobés cada vez más exigente, supieron adaptarse y crecer sin perder ritmo. A partir de la incorporación de Marcos en 2014 como gerente, comenzaron a modernizar aún más la operación. “Mi padre siempre decía que había que ser rápidos. Entonces empecé a digitalizar todos los procesos para mejorar la atención”, explica Marcos. Incorporaron más puestos de venta, actualizaron los sistemas, sumaron canales de comunicación interna y mejoraron la experiencia de compra, tanto presencial como online. 

Hitos y aprendizajes 

No fue todo fácil. En estos 40 años atravesaron la hiperinflación, recesiones, la pandemia y los vaivenes cíclicos de la economía argentina. “En el ‘89 tenía que multiplicar listas de precios a mano porque no había computadora, y me llegaban tres aumentos por día. Era una locura”, recuerda Pablo. 

Durante la pandemia, Federico impulsó el desarrollo del e-commerce. Empezaron con Mercado Libre, sumaron una tienda online y hoy están por incorporar Rappi. “El aislamiento nos obligó a pensar nuevas formas de llegar al cliente. Ahí vimos la oportunidad de expandirnos más allá de Córdoba, sin perder la esencia de lo que somos”, cuenta Federico. Hoy venden a todo el país, desde La Quiaca hasta Ushuaia. En 2023, la farmacia obtuvo el premio al Comercio de Córdoba en la categoría Comercio Electrónico, otorgado por el Ministerio de Industria, Comercio y Minería de la provincia. 

Otro hito importante fue la creación del laboratorio de fórmulas magistrales y homeopáticas, en 1998. Durante años, Gabriela y Pablo pensaron qué hacer con el subsuelo del local, un espacio amplio que no terminaban de aprovechar. La oportunidad llegó cuando un profesional les propuso montar allí un laboratorio, que hoy funciona con un equipo de diez personas, liderado por un bioquímico como director técnico y una farmacéutica homeopática —sobrina del D.T. Pablo Bosque— que le aportó una mirada actualizada. 

Una historia que se transmite 

La farmacia sigue siendo un negocio familiar, y esa es la idea para el futuro. “No hace falta que mi nieto sea farmacéutico, pero sí me gustaría que siga en la en negocio familiar”, dice Gabriela. Aunque ella sigue presente en la farmacia —sobre todo en temas de comunicación y recursos humanos— y Pablo se dedica más a cuestiones de gestión y pagos, ambos planean de a poco dejar el negocio en manos de sus hijos.  

Los empleados también son parte de esa familia ampliada. Algunos están desde hace 30 años, otros desde hace 25. “Eso también habla de una buena relación y de un compromiso compartido”, cuenta Gabriela. 

Una relación de confianza 

La relación con Droguería del Sud comenzó incluso antes de que existiera BAfarma. “Cuando me recibí, trabajé en una farmacia dentro de un hospital, que fue uno de los primeros clientes de Droguería del Sud en Córdoba”, recuerda Pablo. 

Cuando abrieron su propia farmacia, no dudaron en continuar ese vínculo. Desde entonces, la relación con Droguería del Sud fue constante y cercana. “Definiría el vínculo como excelente. Lo que necesitamos, siempre lo conseguimos”, resume Pablo. 

“Apoyo es la palabra que usaría yo. Droguería del Sud fue clave para capacitarnos”, agrega Gabriela. “Recuerdo que en 1992, después de un curso de Esencia, nos inspiramos mucho. Cambiamos el mobiliario, incorporamos nuevas formas de exhibición… y ahora también estamos haciendo otra remodelación.” 

Este año, mientras Droguería del Sud celebra su 75° aniversario, la familia Bosque quiso dejar un mensaje. “Queremos felicitar a quienes comenzaron y a quienes la siguen desarrollando. Es un gran ejemplo de visión y crecimiento sostenido”, dice Pablo. “Son una inspiración para quienes apostamos a un proyecto familiar que busca trascender”, añade Gabriela. 

Hoy, mientras se preparan para celebrar los 40 años de BAfarma, la familia Bosque siente orgullo por lo construido. “La farmacia es como un hermano más. Nos esforzamos y aprendimos mucho”, dice Federico. 

Y aunque el camino siga cambiando, hay algo que se mantiene firme: el trabajo en equipo, la relación cercana con los clientes y las ganas de que esta historia familiar siga dejando huella, más allá de las generaciones.