Con la llegada del frío, las consultas por afecciones respiratorias aumentan en farmacias de todo el país. Gripe, resfríos, tos, congestión, dolor de garganta y otros síntomas típicos del invierno afectan tanto a los más chicos como a los adultos, y muchas veces se buscan soluciones rápidas en el mostrador. En este contexto, la farmacia puede ser un punto clave para brindar orientación, detectar signos de alarma y acompañar con recomendaciones preventivas y productos de venta libre (OTC) que alivien los cuadros más leves.
¿Por qué aumentan las enfermedades respiratorias en invierno?
Las bajas temperaturas, el uso de calefacción, los ambientes poco ventilados y el mayor tiempo en espacios cerrados facilitan la circulación de virus. El sistema respiratorio se vuelve más vulnerable, especialmente en personas con defensas más bajas, como niños, personas mayores o pacientes con enfermedades crónicas. Además, algunos cuadros tienden a solaparse: un resfrío mal cuidado puede derivar en bronquitis, y la gripe puede acarrear complicaciones si no se detecta a tiempo. Por eso, es clave actuar con información clara.
Recomendaciones para prevenir
Prevenir es siempre la mejor estrategia. Estas son algunas pautas sencillas que pueden compartirse desde el mostrador como: ventilar los ambientes todos los días, incluso en días fríos; lavarse las manos con frecuencia; evitar el contacto cercano con personas enfermas; mantener una alimentación equilibrada y una buena hidratación; incorporar suplementos de vitaminas y aplicar las vacunas recomendadas (antigripal, neumococolin, etc.).
¿Cuándo consultar con un profesional?
No todo cuadro respiratorio requiere medicación o consulta médica inmediata. Sin embargo, es importante orientar sobre cuándo no postergar la atención:
- Fiebre alta que no cede.
- Dificultad para respirar.
- Tos persistente por más de 7 días.
- Decaimiento general marcado.
- En niños: rechazo del alimento, respiración agitada o irritabilidad constante.
- En adultos mayores: confusión, somnolencia, empeoramiento de enfermedades previas.
Productos OTC que pueden ayudar. En casos leves, los productos de venta libre pueden ser aliados para aliviar los síntomas. Algunas opciones útiles:
- Analgésicos y antipiréticos (como paracetamol o ibuprofeno) para controlar fiebre y dolores.
- Antitusivos o mucolíticos, según el tipo de tos.
- Descongestivos nasales en gotas o sprays (de uso puntual).
- Pastillas para la garganta con efecto analgésico o antiséptico.
- Soluciones salinas para limpiar las vías respiratorias.
- Suplementos de vitamina C o zinc, si están indicados.
Es importante recordar que estos productos deben utilizarse por pocos días, siguiendo las instrucciones médicas y del prospecto, considerando posibles contraindicaciones, sobre todo en personas con enfermedades crónicas o que toman otros medicamentos.
La mirada desde la farmacia
En el mostrador, muchas veces se cumple un rol clave: escuchar, orientar, sugerir el producto adecuado o derivar al médico si es necesario. Por eso, contar con información actualizada, empatía y una comunicación clara es fundamental. El invierno puede ser más llevadero con cuidados simples, buena prevención y una atención farmacéutica cercana.