Para quienes llevan una vida activa, el ejercicio no solo es una rutina sino una forma de cuidar su salud física y mental. Pero mantenerse en movimiento también exige prestar atención al cuerpo en cada etapa del entrenamiento: antes, durante y después. Aquí es donde las farmacias pueden desempeñar un papel clave, ofreciendo productos y asesoramiento personalizado que permitan a quienes son deportistas, tanto ocasionales como profesionales, optimizar su rendimiento y cuidar su bienestar.
Por ejemplo, alguien que se prepara para correr una maratón necesita planificar su hidratación, cuidar su piel expuesta al sol y prevenir lesiones musculares. Por otro lado, quienes practican yoga o entrenamientos de fuerza deben enfocarse en una buena recuperación muscular y en mantener una alimentación balanceada. Cada persona es diferente, pero todas pueden encontrar en la farmacia los aliados ideales para su actividad.
Antes del ejercicio: preparar el cuerpo para el movimiento
La fase previa al ejercicio es fundamental para prevenir lesiones y asegurarse de que el cuerpo esté listo para el esfuerzo físico. Desde las farmacias, se pueden recomendar:
- Suplementos energéticos o bebidas pre-entrenamiento que contengan cafeína o carbohidratos, ideales para quienes necesitan un pequeño impulso de energía.
- Vitaminas y minerales esenciales, como el magnesio, que contribuye a evitar calambres y fortalecer los músculos.
- Protección solar, especialmente para actividades al aire libre. Usar un protector solar con FPS alto y resistente al sudor es fundamental para evitar daños en la piel.
Además, es importante educar a los clientes sobre hábitos básicos, como la necesidad de hidratarse bien antes de iniciar cualquier actividad física y de usar la ropa adecuada según el deporte.
La dinámica cambia durante el ejercicio
Aquí, el cuerpo necesita mantenerse en equilibrio, reponiendo lo que gasta y asegurándose de evitar lesiones por rozaduras o movimientos repetitivos. Por eso, bebidas isotónicas, geles energéticos y cremas anti-fricción son algunos de los productos más buscados en esta etapa. En este punto, el rol del farmacéutico también es clave: un cliente puede llegar con dudas sobre cuál es el mejor producto para una actividad específica, y un buen asesoramiento puede marcar la diferencia.
Después del ejercicio: recuperación y cuidado
El final del entrenamiento es una oportunidad para cuidar el cuerpo y garantizar que esté listo para el siguiente desafío. Aquí, las cremas antiinflamatorias y los geles frío-calor son productos infaltables para quienes buscan aliviar molestias musculares. También es común que las farmacias reciban consultas sobre suplementos de proteínas y aminoácidos, que ayudan a la regeneración muscular tras actividades de alta intensidad.
La recuperación no solo depende de los productos, sino también de pequeños cambios en la rutina: hidratarse bien, elongar correctamente y descansar las horas necesarias.
Las farmacias tienen el potencial de ser mucho más que un punto de venta. Pueden convertirse en aliados esenciales para quienes buscan mantenerse activos y saludables. Con el asesoramiento adecuado y los productos indicados, es posible ayudar a los clientes a cuidar su cuerpo y disfrutar plenamente de los beneficios del ejercicio.