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Un legado familiar, un sueño cumplido y una relación de confianza 

Desde sus inicios, Farmacia Di Carlo Raimonda se ha convertido en un punto de referencia en Marcos Juárez, provincia de Córdoba, brindando atención profesional y cercana a la comunidad. Detrás de este proyecto hay una historia de vocación, esfuerzo y tradición familiar, que Droguería del Sud se enorgullece de haber podido acompañar como un aliado estratégico clave. Lo que en el 2016 comenzó como el sueño de Agustín y Marianela hoy es una realidad consolidada, con una familia y un equipo que creció junto a la farmacia y a la comunidad. En esta entrevista, Agustín nos cuenta cómo nació este proyecto, el legado de su familia en el rubro y cómo celebran con alegría estos nueve años de trabajo y crecimiento en la ciudad. 

Un sueño hecho realidad en Marcos Juárez 

Agustín, contanos cómo nace tu farmacia y qué te motivó a abrir tu propio espacio hace 9 años. 

“Nuestra historia comienza en la facultad, donde conocí a mi esposa Marianela. Éramos amigos al principio, pero con el tiempo nos convertimos en pareja y compañeros de vida. Desde el inicio compartimos el sueño de trabajar juntos en una farmacia propia. Luego de recibirnos, nos casamos y trabajamos un tiempo en Córdoba, pero siempre tuvimos la idea de volver al interior. Marcos Juárez fue la elección natural: Marianela es de aquí, su familia es muy querida en la comunidad y queríamos que nuestros hijos crecieran en una ciudad con una calidad de vida diferente como lo es esta ciudad.” 

¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo? 

“Desde el momento en que abrimos la farmacia, disfrutamos cada día. Nos encanta recibir a nuestros clientes, atenderlos y ver que confían en nosotros. Generamos un vínculo que va más allá de la atención profesional; es un trato cálido, cercano, casi de amistad. En una ciudad chica, la relación con la comunidad es clave y nos sentimos muy agradecidos por el cariño y la confianza que nos brindan.” 

El valor del trabajo en familia y el compromiso con el bienestar de sus clientes 

Agustín, tu farmacia nació como un proyecto familiar y sigue creciendo con ese espíritu. ¿Qué significa para vos trabajar junto a tu esposa y cómo trasladan ese vínculo a la atención de sus clientes? 

“Para nosotros, la farmacia es más que un lugar de trabajo; es un espacio donde volcamos nuestros valores y nuestra vocación. Desde chicos, tanto Marianela como yo sentimos el deseo de ayudar a los demás, y la profesión nos dio esa posibilidad. Estudié Farmacia porque siempre me interesó la idea de “curar”, aliviar, de acompañar la mejoría y la salud de las personas. Además, crecí en los pasillos de la farmacia de mi familia, respirando ese espíritu de servicio y compromiso, y hoy siento que estoy continuando ese legado con mucho orgullo. Nos gusta conocer a cada cliente, entender sus necesidades y brindarles una atención cálida y personalizada. Queremos que cuando entren a la farmacia sientan confianza, contención y que sepan que estamos para ayudarlos en lo que necesiten. 

Lo más lindo es que nuestros hijos ya expresan que quieren ser farmacéuticos; veremos qué deciden cuando sean más grandes, pero ya nos emociona ver cómo crecen con este mismo espíritu y queremos inspirarlos para que, el día de mañana, ellos también puedan dar lo mejor de sí a cada persona.” 

Un legado familiar con Droguería del Sud 

Tu familia tiene una relación histórica con Droguería del Sud. Contanos cómo fue esa experiencia a través de tu papá. 

Mis padres arrancaron con Droguería del Sud desde el primer momento. Fueron de sus primeros clientes, el número 156. Recuerdo cómo hacían los pedidos por teléfono, luego por módem, y cómo fueron parte de la transición tecnológica cuando comenzaron a transmitirse por la web. En casa, siempre escuché sobre el compromiso y el acompañamiento que les brindaban, sobre todo en momentos difíciles. Además, mis padres fueron de los primeros en probar la transmisión de pedidos online, algo que en su momento fue un gran avance. Muchas personas, que trabajaban en la droguería fueron clave en esa transformación digital y nos ayudaron a adaptarnos al cambio. Reviví historias en primera persona que me ha relatado mi padre y mi madre en más de 40 años de relación con la Droguería.” 

¿Alguna anécdota que recuerdes sobre esa relación de tantos años? 

“Sí, muchas. Mi papá siempre hablaba con orgullo de la gente que trabajaba en la droguería, de cómo vio crecer a empleados que empezaban como vendedores y llegaban a puestos gerenciales. Recuerdo que nos contaba sobre la época en que la delegación estaba en Capdevila y los pedidos se tomaban en forma oral. Luego, con la apertura de la delegación en Córdoba, conoció a muchas personas con las que mantuvo un trato cercano durante décadas. En casa, había nombres que se repetían siempre: Jorge Ganem, Miguel Sema, Mirta Garay, entre muchos otros. Mirta, por ejemplo, empezó como vendedora y llegó a ser jefa, y Miguel pasó de cobrador a encargado de tesorería. 

También recuerdo los eventos que organizaba la droguería, como el festejo de los 10 años en el Castillo Milenium, donde mi familia tuvo el honor de compartir mesa con gerentes y clientes destacados. Otro momento especial fue cuando Laborda, gerente en ese momento, nos visitó para hacernos una nota en la revista Esencia. Eso reflejaba que el vínculo iba más allá de lo comercial.” 

¿Influyó ese legado en tu decisión de seguir en el rubro farmacéutico? 

“Sin dudas. Mis padres siempre hablaron con orgullo de su trabajo y del vínculo con Droguería del Sud. Cuando decidí abrir mi farmacia, no hubo duda sobre con quién trabajar. Mi papá en broma me dijo: ‘Me imagino con qué droguería vas a trabajar’. Y tenía razón. Ya conocía a los vendedores, la calidad del servicio y la confianza que brindaban. Y así nos sentimos acompañados y cuidados desde el primer momento para abrir nuestra farmacia.” 

Un vínculo de confianza y crecimiento 

Desde que abriste tu farmacia, ¿cómo ha sido la relación con Droguería del Sud? 

“Desde el primer día, la droguería nos brindó un apoyo enorme. Cuando hicimos la compra inicial, el vendedor nos ayudó a armar el stock y nos dieron facilidades para pagarlo en plazos prudentes. Eso nos permitió arrancar con un buen nivel de productos y sin dar faltantes a nuestros clientes.” 

¿Recordás algún momento clave en el que Droguería del Sud haya sido un apoyo especial? 

“Siempre han estado al pie del cañón. Nunca nos cerraron la cuenta, nunca nos dejaron de atender, incluso en momentos en los que podía haber dificultades. Es un socio estratégico para nuestra farmacia. Además, la relación va más allá de lo comercial. 

Mi papá siempre nos decía que Droguería del Sud organizaba eventos impecables, donde se fortalecía el vínculo entre farmacéuticos y la empresa. Fue en uno de esos eventos donde conocimos a la familia directora de la droguería. Esas reuniones mostraban que, más allá del crecimiento y el tamaño que alcanzó la empresa con los años, siempre mantuvieron una relación muy humana con los clientes.” 

¿Qué es lo que más valorás del servicio? 

“La calidad humana, el compromiso y la rapidez en la atención. Sabemos que podemos contar con ellos siempre.” 

Un mensaje de aniversario 

Este año, Droguería del Sud celebra su 75º aniversario. ¿Qué mensaje te gustaría compartir? 

“Agradecer. En especial a nuestras familias que nos permitieron cumplir el sueño de cumplir nuestra vocación, como a las personas que nos fueron acompañando a lo largo de estos 9 años al frente de nuestra Farmacia. Solo tengo palabras de agradecimiento. Creo que el secreto de Droguería del Sud está en la confianza y el compromiso que genera con cada cliente, no es fácil que una empresa logre mantenerse y crecer durante tantos años sin esos valores. Espero que sigamos creciendo juntos y que esta relación continúe por muchas generaciones más.”