Los productos de dermocosmética diseñados para combatir los signos de envejecimiento, están entre los que mayor rentabilidad aportan a las farmacias. Se trata de una categoría con predominancia de mujeres, especialmente entre 35 y 55 años, aunque no hay que descuidar al público juvenil: el 37% de las compradoras, según el estudio FarmaShopper realizado por IQVIA y ShopperTec, tiene menos de 35 años. El asesoramiento es un factor clave, del que depende una gran parte de las ventas. Por lo tanto, a continuación, siguen algunos tips que pueden ayudar a las dermoconsejeras a potenciar su tarea: ■ Ofrecer recomendaciones personalizadas. Parece obvio, pero nunca está de más recordar la importancia de respetar los tres pasos básicos del asesoramiento: escuchar a la clienta, hacerle un diagnóstico de su piel y, en función de eso, recomendarle el tratamiento anti-age más adecuado. ■ Proponer una rutina integral. La clave del crecimiento de la categoría pasa por explicar que los cuidados apropiados van más allá del uso de una crema, e implican una rutina completa. Los pasos de la misma varían según la edad y la situación de la piel, pero los más importantes son, por orden: limpieza profunda diaria; exfoliación; uso de productos con ácido hialurónico (para las mujeres de 45 años o más); cremas anti-age; contorno de ojos y protección solar, tema que merece una mención especial. ■ Sumar protección solar todo el año. Todos los productos que contribuyen a evitar o demorar la aparición de manchas, arrugas y marcas de expresión deben ser manejados en el punto de venta como una unidad de negocios independiente. Eso implica incorporar a la categoría los protectores faciales (especialmente los de dermocosmética selectiva) durante todo el año. La mayor parte de las arrugas del rostro se generan por la exposición a los rayos solares, al igual que el envejecimiento prematuro de la piel; por ende, hay que explicar que, sin una adecuada protección, la ayuda que puedan aportar todos los demás tratamientos se verá limitada.
Cómo promover los productos anti-edad

Los productos de dermocosmética diseñados para combatir los signos de envejecimiento, están entre los que mayor rentabilidad aportan a las farmacias. Se trata de una categoría con predominancia de mujeres, especialmente entre 35 y 55 años, aunque no hay que descuidar al público juvenil: el 37% de las compradoras, según el estudio FarmaShopper realizado por IQVIA y ShopperTec, tiene menos de 35 años. El asesoramiento es un factor clave, del que depende una gran parte de las ventas. Por lo tanto, a continuación, siguen algunos tips que pueden ayudar a las dermoconsejeras a potenciar su tarea: ■ Ofrecer recomendaciones personalizadas. Parece obvio, pero nunca está de más recordar la importancia de respetar los tres pasos básicos del asesoramiento: escuchar a la clienta, hacerle un diagnóstico de su piel y, en función de eso, recomendarle el tratamiento anti-age más adecuado. ■ Proponer una rutina integral. La clave del crecimiento de la categoría pasa por explicar que los cuidados apropiados van más allá del uso de una crema, e implican una rutina completa. Los pasos de la misma varían según la edad y la situación de la piel, pero los más importantes son, por orden: limpieza profunda diaria; exfoliación; uso de productos con ácido hialurónico (para las mujeres de 45 años o más); cremas anti-age; contorno de ojos y protección solar, tema que merece una mención especial. ■ Sumar protección solar todo el año. Todos los productos que contribuyen a evitar o demorar la aparición de manchas, arrugas y marcas de expresión deben ser manejados en el punto de venta como una unidad de negocios independiente. Eso implica incorporar a la categoría los protectores faciales (especialmente los de dermocosmética selectiva) durante todo el año. La mayor parte de las arrugas del rostro se generan por la exposición a los rayos solares, al igual que el envejecimiento prematuro de la piel; por ende, hay que explicar que, sin una adecuada protección, la ayuda que puedan aportar todos los demás tratamientos se verá limitada.