Para aprovechar al máximo el Día del Padre es importante lograr una exhibición adecuada de los productos que suelen obsequiarse en esta fecha, y complementarla con una correcta señalización y ambientación en el punto de venta.
En junio, las góndolas y estanterías de las farmacias se preparan para seducir a quienes ingresan en busca de un regalo para el Día del Padre. Pero no solo eso; si los que compran regalos son hombres esta es la ocasión para tentarlos y lograr que se lleven también algo para ellos. Por eso, este mes permite asistir a un despliegue de packs de regalería, estuches especiales, ediciones limitadas y promociones de perfumería y otros artículos atractivos como regalos.
Es importante que el proceso de venta comience con la vidriera. Desplegar una buena exhibición temática vinculada al Mes del Hombre es fundamental. El 50% de quienes ingresan a una farmacia miran la vidriera antes de entrar. Y el 20% de los que entran terminan comprando alguno de los productos que vieron.
Pero atención: de nada sirve un mensaje perfectamente comunicado en la vidriera, si luego no se repite en el interior de la farmacia. Lo ideal, si se puede, es contar con una vidriera sin fondo, que permita ver el interior de la farmacia. Y armar, en la zona visible desde afuera, un sector especialmente señalizado, que integre los distintos productos que se ofrecen para esta ocasión.
Si bien las fragancias son la gran estrella del Día del Padre, la farmacia tiene otras opciones atractivas, que crecen junto con la mayor preocupación del hombre por su cuidado personal. Tanto Europa como Estados Unidos viven un regreso de las barbas, tendencia que se traslada al ámbito local. Desde que el fenómeno hipster volvió a poner de moda el vello facial, miles de hombres han decidido dejar crecer sus barbas para imitar a sus ídolos, desde actores hasta futbolistas. Hay una barba para cada hombre. Pero en todos los casos existe un factor común: la prolijidad y el cuidado periódico, para lo cual hace falta contar con una máquina cortabarbas.
Pese a esta tendencia, los hombres que se afeitan siguen siendo mayoría. Para ellos, las afeitadoras eléctricas son un regalo atractivo, que merece una buena exhibición.
Todo para la afeitada
Si bien los sistemas de afeitada convencionales no representan una opción muy difundida como regalo, la categoría debe ser muy bien exhibida durante todo junio, ya que como se dijo, hay que recordar a los hombres que ingresen en busca de algún regalo sus propias necesidades latentes.
La góndola de productos para la afeitada debe ser agrupada, en primera instancia, por bloque de marca. Dentro de cada bloque, la exhibición se debe organizar en función de las distintas subcategorías: en los estantes superiores hay que ubicar los sistemas de afeitar (máquinas no descartables y cartuchos de repuesto). Luego, las máquinas desechables. Y en los niveles inferiores los geles, las espumas de afeitar y los after-shave.
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Algunas tendencias
Fragancias de uso diario. En Puig explican que su target principal son los hombres de entre 25 y 45 años, sin excluir a quienes están fuera de ese rango. La principal tendencia de los últimos años en el mercado de las fragancias masculino es el uso diario. “Ya no se trata de productos para salidas y ocasiones especiales. En ese sentido, el segmento masculino crece año a año”, afirman.
La tendencia al cuidado diario aumenta con la edad. Según un estudio de D´Alessio/IROL, hasta los 44 años los hombres se esmeran un 20% más en arreglarse para sus citas amorosas que para ir a trabajar. Pero luego de esa edad, la diferencia en materia de “producción” entre ir al trabajo o salir con una mujer tiende a disminuir.
Dermocosmética masculina. “El crecimiento del segmento de hombres está por encima de la evolución del mercado femenino de tratamientos de la piel”, señalan en L´Oréal. Y agregan: “Año tras año, el hombre cada vez está más receptivo a estas novedades, porque ve que aparecen más productos especiales para él, adaptados a sus necesidades específicas”.
Una razón de este fenómeno, es que las características de la piel masculina requieren productos específicos. La epidermis del hombre es casi un 25% más espesa que la de la mujer, por lo que es más resistente. Además, la cantidad de grasa cutánea secretada por el hombre es mucho mayor, por razones hormonales. A eso se suma que la piel de las mejillas y el cuello, al estar sometida al afeitado, tiene una mayor tendencia a la deshidratación y la sequedad. “Durante las últimas tres décadas, con la irrupción masiva de la mujer en el mercado laboral, aquello que se creía propio de los hombres comenzó a diluirse; hoy ellos ya no se erigen como únicos proveedores de su hogar y pueden entonces preocuparse más por sí mismos, por su estética y su bienestar”, dicen en L´Oréal. “Esto refleja la tendencia del hombre a incorporar rutinas de tratamientos, actitud que antes era considerada un hábito exclusivamente femenino”.