A no engañarse. La mayor permanencia en el hogar no exime de la necesidad de mantener ciertas rutinas diarias de cuidado, aunque las mismas deben ser complementadas con algunas cuestiones de higiene preventiva. Estas son algunas recomendaciones básicas:
• Mantener la limpieza. La polución ambiental sigue existiendo, aun cuando haya menos automóviles y casi no se salga a la calle. Eso hace que la piel pierda vitalidad y suavidad, y se tapen los poros. Para comprobar esto, basta con tomar un algodón, humedecerlo con agua micelar o algún tónico, y pasarlo por el rostro. Las manchas gris oscuro serán la mejor demostración de que aún cuando no salgamos de casa, la piel se ensucia.
• Cremas: ¡Sí! Pero con precaución. A la hora de salir a la calle para ir al supermercado o a la farmacia, la médica dermatóloga Irene Bermejo sugiere hacerlo con las manos y la cara sin cremas. “El coronavirus tiene una membrana de grasa que puede pegarse a la superficie de las pieles con crema”, advierte.
• Higiene de manos. Colocarse las cremas incluidas en algunas rutinas implica tocarse la cara, hábito que no se recomienda dada la posibilidad de autocontagio del virus. Por ende, antes de cada sesión de limpieza o cuidado facial, hay que asegurarse de tener las manos bien limpias.
• Protección solar. ¿Es necesario protegerse del sol en esta época del año, cuando además se sale poco a la calle? Sí. En este caso, cualquier crema que contenga algún grado de protección suele ser suficiente. Pero cuando se sale cotidianamente a patios o balcones, conviene usar protector solar específico. Como siempre, es importante evitar exponerse al sol de 11 a 16.
La limpieza de la piel es indispensable por la noche, ya que como se dijo, la piel sigue absorbiendo factores contaminantes durante el día. La médica dermatóloga Johanna Gleiser sugiere la siguiente rutina para implementar antes de acostarse, ya que resultar sencilla y eficaz: